Aunque para el congresista arequipeƱo, Juan Carlos Eguren, es prĆ”cticamente imposible que una mujer sea embarazada en una violaciĆ³n, la realidad obvia es otra. De hecho, anualmente, 35 mil mujeres son obligadas a llevar un embarazo producto de un ultraje.
El polĆ©mico parlamentario conocido por su apoyo al proyecto minero TĆa MarĆa, a pesar del costo de vidas, se opone a la despenalizaciĆ³n del aborto, y es en ese contexto que dio las criticadas declaraciones.
Adriana Cabrera, integrante del Foro Regional por los Derechos Sexuales y Reproductivos, se mostrĆ³ indignada por las declaraciones del parlamentario. No obstante, menciona que es una actitud que ya se veĆa venir de parte de los sectores conservadores. Estos no sĆ³lo realizan este tipo de declaraciones sino que hacen un trabajo polĆtico para entorpecer las iniciativas destinadas a conseguir la aprobaciĆ³n de los derechos bĆ”sicos de las mujeres.
SegĆŗn la joven activista, ademĆ”s de los miles de embarazos producto de una violaciĆ³n, se encuentra el hecho que tambiĆ©n se cuentan por miles las mujeres que fallecen por abortar en condiciones insalubres al tratar de interrumpir un embarazo surgido en estas circunstancias.
Adriana recalca que la violencia contra la mujer es un problema al que el Estado debe dar una respuesta y llenar los vacĆos legales. SegĆŗn las cifras que maneja su agrupaciĆ³n, el PerĆŗ es el segundo paĆs con mĆ”s casos de agresiones a mujeres. Incluso el 34 % de adolescentes en gestaciĆ³n concibieron tras una violaciĆ³n.
AdemĆ”s de la indignaciĆ³n local, el exabrupto del parlamentario fue recogido por medios de comunicaciĆ³n internacionales.