La cabra siempre tira “pal monte”: ¿obedecerá el gobierno?

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En la emergencia, Confiep había tenido algunos gestos: donaciones, velar porque no hubiera “abusos” en alza de precios en algunos sectores, apoyo a equipamientos en sector Salud. Aunque opacados por el reparto de utilidades de las AFPs y acciones o declaraciones similares. Pero, no pueden con su genio. Abiertamente piden posibilidad de despedir masivamente y otros mecanismos que hacen caer los costos de la crisis sobre los hombros de los trabajadores formales; y de los informales, que se ocupe el gobierno.

empresas y gobierno

Una verdadera lástima. Tiene un gremio de pymes recientemente incorporado que, sin duda, enfrenta los mismos problemas que mypes y medianas empresas, a las que hay que apoyar con todo lo que pueda el Estado. Pero, también hay –mayoritariamente- grandes empresas y transnacionales, que pueden soportar pérdidas un par de meses como contribución a la sociedad y a cuenta de las ganancias que año a año han logrado en el país, algunas veces sin regulaciones, con evasión o elusión de impuestos, sino en abierta corrupción, como el caso Odebrecht ha desnudado.

Hay que apoyar a todo el sector productivo, pero diferenciadamente. Tampoco, incondicionalmente. El gobierno no debe ceder a esta presión, más bien, condicionar el fondo del BCR de 30,0000 millones de soles y otras medidas de apoyo, a que no despidan trabajadores y asuman solidariamente las pérdidas que les corresponden.

Es más, se debería considerar una contribución extraordinaria por una sola vez, digamos a los que tienen activos o ingresos anuales superiores a los 10 millones de soles.

El gobierno se alineó con la gran empresa siempre, desde PPK. Buena parte de los decretos de urgencia son para implementar el plan de competitividad y productividad que los empresarios plantearon y el gobierno accedió. Todos hicimos una tregua por la emergencia, gremios en lucha y sectores que nos oponemos a la profundización del modelo neoliberal concentrador y excluyente que este gobierno continúa.

Esta tregua fue rota primero por el apoyo del gobierno a las AFPs, contra el proyecto del Congreso, y, ahora, por la “propuesta” de Confiep.

Señor Vizcarra, no rompa la precaria unidad nacional conseguida, indispensable para enfrentar la pandemia. No ceda aún más a las presiones de la gran empresa y las transnacionales.

Todo el esfuerzo nacional puede ser tirado por la borda, sino tiene la lucidez de actuar en consecuencia. Ud. cede y no solo tendremos una gravísima crisis de salud y muerte de esta pandemia; tendrá una convulsión social con resultados imprevisibles, que la Nación no merece y le pasará merecida factura.

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