Una humilde mujer en Cusco sufrió un daño irreparable tras una agresión sin nombre de su propio sobrino y sus amigos. Ella trabajaba vendiendo chicha en el distrito de Poroy, cuando cerca a las 10 de la noche, escuchó que su sobrino pidió que le vendiera cerveza a él y a 3 personas más. Sin imaginar lo que sucedería después, Victoria Q., de 59 años, abrió las puertas de su casa.
La atrocidad de la agresión fue tal que sus zonas íntimas han sido severamente dañadas. Ahora su vida corre peligro
«La paciente ha llegado con un desgarro de cuarto grado. La verdad es que la lesión que se ha ocasionado en ella es bien grave, … se tuvo que intervenir quirurgicamente dos veces».
Wilber Pozo Reynoso – Médico gineco obstetra
Sus órganos internos, han quedado destrozados. Mientras lo que hoy sorprende, es la indiferencia de las autoridades. Los familiares realizan incansables plantones en las afueras de las comisarías de Cusco exigiendo justicia para ella.
Finalmente, solo 2 de los agresores fueron capturados y otros dos están desaparecidos. Así, la violencia contra la mujer, sigue imparable y no distingue a las víctimas que son, desde niñas, hasta mujeres de avanzada edad. La justicia debe actuar ejemplarmente.

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