El pasado domingo 11 de agosto, en el marco de un reportaje, el programa Cuarto Poder indicó que el Grupo Orión de la PNP impidió en Cajamarca la salida de 50 mil ampollas de fentanilo, los opioides sintéticos más adictivos y letales, a su principal mercado: EEUU. El diario El Comercio fue más explicitó: “Cargamento de 50 mil ampollas de fentanilo tenía como destino EEUU”.
El volumen del aludido opioide sintético a enviarse a dicho país tuvo un gran impacto mediático. No es para menos: es la primera vez que se reportaba un intento de envío de fentanilo de Perú a EEUU. No se había dado a conocer antes informes de la PNP de envíos al exterior de esa sustancia, que ha saltado del uso medicinal al consumo adictivo.
Ahora, si bien el informe de Cuarto Poder alude en general que ese era el objetivo de la banda desarticulada, sin embargo, en concreto solo muestran imágenes de la incautación de 5 mil ampollas en poder del ciudadano peruano Skot Chávez Salazar, detenido en el distrito de Surco. Él transportaba las cajas con las ampollas de fentanilo en un auto.
En paralelo, según el programa dominical, fueron detenidos el peruano Josué Vásquez y el colombiano Elkin Ramírez, ambos en el Jockey Plaza, quienes serían los encargados de comprar las primeras 5 mil ampollas y enviarlos a un contacto en EEUU. Con el colombiano detenido, queda claro que era una banda colombo-peruano.
Volviendo al volumen de fentanilo aludido por el reportaje y el difundido en la nota periodística de El Comercio, se advierte lo siguiente: entre las 5 mil ampollas incautadas efectivamente y las 50 mil que – según El Comercio – tenía como destino EEUU hay una diferencia de 45 mil ampollas. En el informe de Cuarto Poder, basado en información de la PNP, ese era el objetivo de la banda; en tanto que para El Comercio esa carga existe.
Al respecto, una primera conclusión es que en ningún momento la banda criminal logró acopiar las 50 mil ampollas de fentanilo. No existió tal cargamento que el diario El Comercio publicó urbe et orbi. Era, como indicó Cuarto Poder, un objetivo, un plan. En eso se quedo.
Lo concreto es lo que señala el fiscal a cargo de la investigación: las 5 mil ampollas de fentanilo “es una parte” de lo que pretendían enviar a EEUU. No hay más. Las 50 mil ampollas son pirotecnia mediática, seguramente, a partir de información deslizada por la PNP. Será por esa razón que no salió entrevistado ningún coronel o general.
Ahora, ¿de dónde obtuvo la banda las primeras 5 mil ampollas de fentanilo? Según Cuarto Poder, secundado por el fiscal, del Hospital Regional de Cajamarca. Pasando a las personas, ¿en el hospital quién o quiénes fueron los responsables de sacar las ampollas y proveerlos a la banda?
La sindicada de ser la proveedora de las ampollas de fentanilo es la técnica Maritza Gutiérrez, quien trabaja en la botica del hospital regional. “Ella, según Cuarto Poder, se habría dedicado a extraer (las) ampollas de fentanilo de la farmacia”. Junto a ella, estaría involucrada la técnica Maritza Sugey Gutiérrez, quien – según el informe – fue sorprendida escondiendo 16 recetas.
Acá hallamos otro problema. El colombiano Elkin Ramírez, según su testimonio ante la policía, citado por el programa Cuarto Poder, dice lo siguiente: “una parte, es decir, 1, 200 de los 5 mil eran de la señora Sugey…”. Pese a eso, cuando el periodista intenta entrevistar a la técnica, le dice que está siendo investigada por extraer más de 1,500 ampollas de fentanilo.
¿Cuál fue la respuesta? Según se puede ver en el informe y en El Comercio, la técnica Gutiérrez “negó en todo momento estás acusaciones”. Sin embargo, en los medios escritos y digitales a ella la acusan de entregar recetas sin firmar y haber sacado irregularmente 1, 500 ampollas. Esa cifra no se ajusta al testimonio del miembro de la banda.
En suma, más allá si era cierto el objetivo de enviar 50 mil ampollas de fentanilo a los EEUU, a la banda colombo-peruana solo se le incautó 5 mil ampollas. Y del hospital regional de Cajamarca solo habrían sido extraídos 1,200 ampollas de las 5 mil. Las demás, 3,800 ampollas, las habrían obtenido de otros hospitales.
Eso dimana del informe y las notas periodísticas. Finalmente, ¿es la técnica de farmacia Sugey y la segunda técnica investigadas las responsables de sustraer las 1,200 ampollas de fentanilo? Al parecer son las, por estar en farmacia y segunda cercana a Sugey, extractoras de las ampollas. Pero difícilmente lo hicieron solas.
En consecuencia, queda pendiente quiénes facilitaron a las técnicas la extracción de las 1,200 ampollas que salieron del hospital de Cajamarca. Y, esto es lo más importante, de dónde obtuvo la banda las restantes 3,800 ampollas de fentanilo. Hay que ir más allá del hospital regional de Cajamarca.
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