En el Ejecutivo siguen con los nervios de punta. Pero es la presidenta Dina Boluarte la que lleva enrabietada más tiempo.
Lo volvió a demostrar este miércoles, en un acto protocolar por la llegada de la nueva tuneladora para la Línea 2 del Metro de Lima.
Con la nula autocrítica que la caracteriza, la novia de Chucky se refirió a los críticos de su brillante gestión como “aquellos que todavía cargan en sus hígados enfermos el odio y la indiferencia”.