Entrevista: Miguel Almeyda Morales
Usted siempre dice que todo escritor tiene una ideología, ¿cómo así?
Oswaldo Reynoso: No solo el escritor, todo ser humano, tiene una ideología, no la significación de una tendencia política determinada, sino su posición frente al mundo, saber que detrás hay una cultura, que vive en sociedad, que pertenece a una clase social. Toda esa experiencia vital y también la experiencia cultural va a formar la ideología. Nosotros no somos robots, desde que tenemos uso de razón estamos escogiendo una cosa u otra, tenernos una formación religiosa, otra formación en el colegio, todo eso forma una manera, una mirada sobre nuestra realidad. A eso yo llamo ideología.
También afirma que es un creador. ¿Por qué?
El escritor es una persona que domina su lengua, que le permite poder escribir si es culto e inteligente, un ensayo, un poema, una novela, una crónica periodística; en último caso, utiliza el lenguaje para comunicar. En cambio, el creador es la persona que utiliza el lenguaje para crear belleza, que son dos aspectos totalmente diferentes. Yo soy creador, me siento totalmente incapaz de escribir un ensayo, o una crónica, porque yo he ejercitado el manejo del idioma en la dirección de la creación de belleza.
¿Cada novela es un descubrimiento?
Todo proceso de creación es un descubrimiento del mismo autor. Un escritor puede hacer un plano y escribir una novela policial, como un plano para construir una casa, y la termina. Pero el creador no, el creador no sabe qué va a hacer; en el transcurso de su creación se va descubriendo él mismo, lo que permite que el lector también se embarque en esa aventura de conocimiento profundo de su ser.
Cuando habla de la colonización del poder ¿a qué se refiere?
Antes, las colonias eran con invasión de tropas, con ocupación, como fue, por ejemplo, la colonización del ejército británico en Asia o en África. Ahora ya no necesitan eso, es a través de los medios de comunicación, con una serie de mensajes que colonizan la mente de la gente. Aquí tengo que hacer una aclaración, la gente confunde el cosmopolitismo con la universalidad. Mariátegui ya lo definió: cosmopolitismo es estar a tono con la moda de las grandes cosmópolis, sea en el arte, en literatura; en cambio, la: universalidad consiste en llegar, partiendo de una realidad concreta, a la esencia de lo que nos hace seres humanos, que es diferente.
Ahora, la metrópoli dice que para que una obra sea best seller tiene que ocuparse de una trama policial, con una investigación imaginaria de imperios antiguos, o también ser una novela de autoayuda, y entre los escritores se cree que están dentro de la globalización cuando escriben eso, pero cuando un autor parte de su propia realidad y profundiza, va a la esencia universal del ser humano. Hay un escritor ruso que dice: »Pinta tu aldea y estarás hablando del mundo».
Hace poco Oswaldo Reynoso descubrió que escribe sus novelas por capricho.
En algunas obras de música, el autor pone el nombre de “capricho», capricho español, italiano, árabe, rumano. Comencé a averiguar y en música se da el nombre de capricho a una producción que escapa a todas las normas que rigen la producción musical. Entonces, yo me pregunté: ¿En literatura habrá capricho? En el Perú, solo he descubierto la obra de Martín Adán, »La casa de cartón”: no es novela, no es cuento, son apuntes. Fui al diccionario de la RAE, allí define que «capricho» es toda obra de arte que no observa las normas. Me doy cuenta de que en todo lo que he escrito, nunca he observado las normas establecidas. Entonces, yo escribo por CAPRICHO.
En los talleres, a los alumnos los meten en la norma establecida: un cuento debe tener esto, debe tener tal, si no, no es cuento; una novela debe ser escrita así, si no, no es novela. Eso es encasillar la creación literaria, por eso a algunos talleres yo les he dado el nombre de «Grilletes de la imaginación».
¿Y ahora?
He terminado un libro que se llama «Capricho en azul», que se publicará en Arequipa. Tengo una ciudad que me persigue. En un poema, Kadafis dice: »Tu ciudad siempre estará contigo, adonde vayas tendrás la ciudad donde naciste, donde conociste la tristeza o la alegría, esa ciudad te perseguirá toda la vida. Y la ciudad que a mí me persigue es Arequipa.
¿No se siente solo en la posición radical que asumió siempre?
No. los que se sienten solos, son los otros, porque mis libros se leen. Un escritor no está solo cuando tiene lectores y nunca ha decaído la lectoría de mis novelas. La gente me dice: «he leído sus novelas». A otros escritores la gente les dice: «Ayer lo vi por televisión».
Su vocación como maestro
A los quince años comprendí que yo me iba a dedicar toda la vida a dos actividades: la docencia y la creación. Y ahora las veo como si fueran dos culebras que se enroscan una a la otra, y hace poco descubrí que las dos tienen el mismo rostro.
Entrevista a Oswaldo Reynoso en el Hay Festival 2015, por Miguel Almeida Morales.