Mientras Southern Copper reafirma su intención de iniciar la construcción del proyecto minero Tía María este año, el Valle de Tambo (Islay) redobla su rechazo. En un reciente pronunciamiento, anunció una huelga indefinida a partir del 17 de febrero. La confrontación entre la empresa y la población local se intensifica, dejando en claro que el conflicto sigue sin resolverse en Arequipa.
En su último informe financiero, Southern Copper Corp. detalló que, hasta el 31 de diciembre de 2024, había generado 614 puestos de trabajo para el proyecto Tía María. De estos, 492 fueron cubiertos por trabajadores de la región Arequipa. Además, anunció que el presupuesto actualizado del proyecto asciende a 1 802 millones de dólares.
En su fase de construcción, requerirá 3 mil 500 trabajadores, priorizando a la población de Islay. Cuando entre en operaciones en 2027, estima generar 764 empleos directos y 4 mil 800 indirectos.
Desconfianza por Tía María
Pese a la insistencia de la empresa en promover el proyecto como una oportunidad de desarrollo económico, un sector del Valle de Tambo mantiene su rechazo. En una asamblea realizada el 8 de febrero en Cocachacra, dirigentes de la macrorregión sur ratificaron el inicio de una huelga indefinida el 17 de febrero. El objetivo es exigir la cancelación definitiva de Tía María y La Tapada. Además, el 27 de febrero se ha convocado a un paro macroregional de 24 horas en respaldo a esta medida.
El rechazo al proyecto minero no es solo local, sino que ha encontrado eco en otras regiones como Cusco, Puno, Moquegua y en la Federación Departamental de Trabajadores de Arequipa (FDTA). Los dirigentes han señalado que la minería en la zona pone en riesgo la actividad agrícola y el acceso al agua. Estas son las razones que han sostenido las protestas contra Southern desde hace más de una década.
A pesar de la resistencia, la empresa minera sigue avanzando en sus planes. “A la fecha, hemos avanzado en instalar y delimitar la propiedad con un cerco vivo de 59 kilómetros”, informó la compañía minera. Además, se han planificado trabajos de infraestructura inicial, como caminos de acceso y campamentos temporales.
La compañía insiste en que Tía María utilizará tecnología de bajo impacto ambiental. También generará ingresos significativos para Arequipa, con exportaciones estimadas en 17 mil 500 millones de dólares y una contribución fiscal de 3 mil 400 millones en sus primeros 20 años de operación.