Durante el primer trimestre de 2025, en el Perú, 56,593 personas fueron detenidas en flagrancia a nivel nacional. Esta cifra, utilizada en escenarios oficiales como el llamado «cuarto de guerra» que promovía la presidenta Dina Boluarte, fue presentada como un gran avance en la lucha contra el crimen. Sin embargo, todo resultó una farsa, pues de esta cifra, solo 780 personas fueron detenidos por delitos graves como homicidio, secuestro y extorsión.

Gobierno le mintió al país, una vez más
Un análisis detallado muestra que solo el 1.38% de los detenidos (780) corresponde a delitos graves como extorsión (0.75%), homicidio (0.46%) y secuestro (0.17%). La gran mayoría de detenciones se debe a otros delitos de menor impacto, lo que evidencia una diferencia importante entre el relato oficial y la realidad de la criminalidad en el país.
Entre los delitos más comunes por los cuales se realizaron detenciones están manejar en estado de ebriedad (27.02%), agresiones familiares (18.85%), receptación (6.06%), lesiones culposas (5.60%) y hurto agravado (4.77%). Estos cinco tipos de delitos concentran el 62.3% del total de detenciones realizadas en el primer trimestre de este año.

Cuarto de guerra o «Cuarto de farsa»
El Registro Nacional de Detenidos y Sentenciados a Pena Privativa de la Libertad Efectiva (RENADESPPLE), alimentado por datos de la Policía Nacional del Perú, la Fiscalía de la Nación, el Poder Judicial, el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) y el Programa Nacional de Centros Juveniles, es la fuente oficial que permite conocer el verdadero perfil de las detenciones en el país. Las cifras contrastan con la imagen proyectada por el «cuarto de guerra», presentado como una réplica mediática de la famosa Sala de Crisis de la Casa Blanca de Estados Unidos.
La presidenta Dina Boluarte instaló el llamado «cuarto de guerra» para, supuestamente, avanzar en la lucha contra la inseguridad ciudadana. Sin embargo, los datos demuestran que no sirvió de nada en términos de atacar los delitos graves que afectan realmente a los peruanos, como el homicidio y la extorsión. A pesar del despliegue mediático, la mayoría de detenciones registradas en el país durante 2025 no ha golpeado al crimen organizado ni ha mejorado la sensación de seguridad de la población.
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