La ciudad de Juliaca se encuentra en un estado de indignación y protesta tras la captura de 10 efectivos policiales involucrados en delitos flagrantes de extorsión y hurto agravado. La población exige una reestructuración completa de la Policía Nacional en la región de Puno, amenazando con una paralización de 48 horas si sus demandas no son atendidas.
Los ciudadanos de Juliaca han convocado a una manifestación para este viernes a las 16:00 horas, donde esperan que las autoridades presenten a los delincuentes capturados y se comprometan a investigar al 100% de los efectivos policiales. La desconfianza en la institución ha crecido debido a las fuertes imputaciones de que podrían existir más elementos corruptos dentro de la policía, aliados con el crimen organizado.
La dirigencia local ha expresado su preocupación por la falta de acción de las autoridades, exigiendo una intervención inmediata. «La Policía Nacional debe ser reestructurada porque ya no hay confianza. Policías están asaltando, robando y actuando como delincuentes», declaró uno de los líderes de la protesta. La población se siente traicionada y demanda un cambio radical en la institución policial.
La protesta se ha intensificado con la presencia del jefe de la Policía de Puno, quien ha sido cuestionado por su inacción. Los manifestantes exigen la presentación pública de los delincuentes capturados y una investigación exhaustiva de todos los efectivos policiales. La tensión es palpable, y la población está dispuesta a tomar medidas drásticas si sus demandas no son escuchadas.
La indignación de los ciudadanos se ha extendido a otras autoridades locales, incluyendo al alcalde y al gobernador regional. La población de Juliaca se siente desprotegida y exige que el Ministerio Público y el Poder Judicial actúen de manera contundente contra la corrupción y el crimen organizado dentro de la policía.
Los manifestantes han denunciado que la fiscalía no ha tomado medidas efectivas contra los delincuentes disfrazados de policías que ingresan a los domicilios de los ciudadanos. La población exige transparencia y justicia, y ha cuestionado la efectividad de las instituciones encargadas de velar por la seguridad y el orden público
La situación en Juliaca ha llegado a un punto crítico, con la población exigiendo una reorganización total de la Policía Nacional. Los ciudadanos se sienten abandonados y traicionados por aquellos que deberían protegerlos. La protesta es un reflejo del profundo malestar social y la pérdida de confianza en las instituciones.
La dirigencia local ha dejado claro que no permitirán más corrupción y exigen un cambio inmediato en la cúpula policial. «Ya no permitimos tanta corrupción. Al pueblo se respeta, y exigimos un policía amigo del pueblo, no un delincuente», declaró uno de los líderes de la protesta. La población está dispuesta a luchar por sus derechos y exige que las autoridades actúen con responsabilidad y transparencia.
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