Elías, un estudiante de quinto año de secundaria de la Institución Educativa Hortencia Pardo Mancebo, de Caravelí (Arequipa), nunca imaginó que un partido de vóley en el recreo terminaría con su mandíbula fracturada. Además, una madre que lucha de manera desesperada para recibir atención médica.
Todo ocurrió el viernes al mediodía. Mientras Elías jugaba vóley con sus compañeros, un balón de fútbol cruzó desde otra cancha. Sin pensarlo, el adolescente lo pateó para devolverlo, pero el impacto accidentalmente rompió los lentes de L.C.M., un alumno de cuarto grado.
“Mi hijo se disculpó, incluso se agachó para recoger los lentes rotos, pero en ese momento recibió una patada en la cara”, relató Alicia Ríos, madre del menor, con voz entrecortada.
La odisea médica en Arequipa
El golpe le provocó una doble fractura en la mandíbula, dejándolo sin poder hablar. Sin embargo, lo que siguió fue aún más alarmante: el colegio no le brindó atención inmediata.
La madre llevó a su hijo sangrando al centro de salud de Chala, pero la odontóloga dijo que debía ser derivado al hospital Carlos Alberto Seguín Escobedo de EsSalud en Arequipa.
Pero el calvario no terminó ahí. Al llegar al nosocomio arequipeño, le indicaron que no contaban con clavos quirúrgicos. “Pasamos toda la noche en silla de ruedas”, denunció.
Ahora, Elías necesita una cirugía reconstructiva que supera los 18 mil soles, un monto inalcanzable para su familia. Mientras tanto, el caso ha sido reportado a la Policía Nacional de Chala, donde se investiga la agresión.
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