El futuro del general Víctor Zanabria, comandante general de la Policía Nacional del Perú (PNP), suma un nuevo giro. A pedido del Ministerio Público, el Poder Judicial reprogramó para este viernes 22 de agosto a las 2:15 p. m. la audiencia en Arequipa que podría marcar su suspensión de derechos e incluso su salida del cargo.
La cita estaba prevista para el lunes 18. Sin embargo, la Fiscalía Anticorrupción, a cargo del fiscal Arturo Valencia Paiva, insistió en postergar la sesión. En ella se busca apartar a Zanabria por 18 meses mientras avanzan las investigaciones. El caso conocido como ‘Policías Albañiles’ es el detonante.
Los fiscales señalan que en el 2020, cuando Zanabria encabezaba la Macrorregión Policial de Arequipa, ordenó que 15 suboficiales abandonaran el patrullaje para construir un patio en la sede de la IX Región Policial en Yanahuara. Las sospechas apuntan a que el entonces jefe habría recibido dinero por el proyecto. Esto configuraría un presunto peculado doloso y un claro abuso de autoridad.
Las controversias que rodean al general no se detuvieron ahí. En enero del 2024, apenas semanas después de asumir como máximo jefe de la Policía, su hijo Jesús Zanabria consiguió un puesto en el Tribunal de Disciplina Policial con un sueldo de 3 mil soles. El cargo pedía experiencia que no tenía, y sus labores se limitaban a tareas administrativas simples.
En abril, nuevas críticas estallaron cuando viajó a Colombia junto a la suboficial Miluska Vargas Zapata, con quien mantendría una relación personal. Ese viaje levantó más dudas sobre su conducta como funcionario de alto rango.
Este viernes, todo ese historial se pondrá sobre la mesa. El desenlace no solo compromete a Zanabria. También puede sacudir la cúpula policial del país y redefinir el rumbo de la institución en medio de las investigaciones más serias que enfrenta en los últimos años.
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