En Arequipa, los transportistas formales agrupados en la asociación ACTUAR reclamaron que el precio del pasaje urbano se mantiene congelado desde hace una década, mientras los costos de operación —combustible, repuestos y mantenimiento— se han incrementado de manera constante. Señalan que esta situación les impide renovar unidades y brindar un servicio moderno, lo que a su vez genera críticas de la ciudadanía y mayor ventaja para el transporte informal.
Arequipa y el estancamiento tarifario en el transporte urbano
La presidenta de ACTUAR, Patricia Velásquez, afirmó que el costo de vida ha cambiado drásticamente en los últimos años, pero el pasaje continúa en un sol. Comparó esta situación con otras ciudades como Trujillo, Piura o Cusco, donde la tarifa mínima oscila entre S/ 1.50 y S/ 2.00. Para los transportistas arequipeños, la diferencia resulta insostenible, sobre todo porque las distancias son mayores y el tráfico más pesado.
Además, advirtieron que los conductores trabajan bajo condiciones que afectan su salud física y mental, producto de la congestión vehicular y de la presión por mantener rutas invadidas por el transporte informal. Este contexto, remarcan, limita las posibilidades de inversión en unidades seguras y modernas.
“ El costo de vida, combustibles, repuestos, a través de los años ha tenido una alza importante pero el costo del pasaje urbano ha sido congelado por más de diez años en nuestra ciudad, el cual no permite hacer ningún tipo de inversión”, declaró Velásquez.
Arequipa frente al impacto de la informalidad y la falta de regulación
Otro de los puntos críticos que denuncian los transportistas es la expansión de vehículos informales, que cobran el doble de la tarifa legal, trasladan menos pasajeros y no cumplen con requisitos técnicos ni seguros obligatorios. Según ACTUAR, esta competencia desleal pone en riesgo tanto a los usuarios como a los propios trabajadores del sector formal.
Velásquez también cuestionó a las autoridades locales por no implementar medidas de ordenamiento, como la señalización de paraderos y la supervisión de avenidas congestionadas. Para el gremio, la falta de gestión municipal y policial ha contribuido a agravar la saturación vial en zonas clave de la ciudad.
“Eso nos está causando grandes daños a los formales. Pagamos seguros de accidente contra terceros, cumplimos una serie de requisitos establecidos por ley para poder trabajar”, enfatizó.
Una propuesta de solución conjunta
Desde ACTUAR plantearon la necesidad de un trabajo articulado entre municipalidad, policía, transportistas y ciudadanía, con el fin de ordenar el tránsito y garantizar un servicio eficiente. El gremio anunció que buscará abrir un espacio de diálogo en el que se aborden tanto las tarifas como la lucha contra la informalidad y las condiciones laborales de los conductores.
Los transportistas pidieron a la población su comprensión y apoyo, al tiempo que invitaron a los informales a sumarse a la formalidad.

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