La presidenta Dina Boluarte ha solicitado, nuevamente, permiso al Congreso para su quinto viaje internacional del año. Su destino: la Asamblea General de la ONU en Nueva York, del 21 al 25 de septiembre, donde, según explica con solemnidad, promoverá la lucha contra la pobreza y la inclusión social… desde uno de los distritos más lujosos del mundo.
La ironía no podría ser más deliciosa: mientras el país se prepara para una jornada de protestas masivas el mismo 21 de septiembre, ella prepara maletas para cruzar el continente. Eso sí, todo en estricto marco legal y con oficio dirigido al presidente del Congreso, José Jerí. Entre Suiza, el Vaticano, Francia y una gira asiática, 2025 pinta como un año lleno de millas aéreas y agendas globales para la mandataria, que no pierde oportunidad de representar al Perú… lejos del Perú.
Ministro acuñista defiende a Juan José Santiváñez
Juan José Santiváñez continúa en el ojo de la tormenta. Sin importar las disposiciones judiciales, alias Cachetón se reunió con el suspendido general PNP Víctor Zanabria para, supuestamente, coordinaciones sobre operativos penitenciarios. El alarde de desprecio a la justicia llegó avalado de un cierrafilas del pacto en defensa del ministrolazo. Desde Corea, su coleguita y cuota acuñista César Sandoval dijo que no se debía crucificar a Santiváñez sin que pasen pericias los audios de supuesto tráfico de influencias.
Más indignante aún fue la postura del magistrado del Tribunal Constitucional Gustavo Gutiérrez Ticse, quien dijo que el Ministerio Público acosa al ministro favorito de Dina Boluarte con todas las citaciones y pesquisas. Sin embargo, quien parece que no la tiene muy clara es el propio abogado de Juan José Santiváñez, que no se atrevió a negar la autenticidad de los audios del ministrol, aunque sí dijo que el material no fue peritado. Tiembla el pacto, ¿acaso se asustaron?
Magistrado del TC defiende a Juan José Santivañez por audios que lo involucran: “Él ya se disculpó conmigo públicamente”
Gustavo Gutiérrez Ticse, magistrado del Tribunal Constitucional, salió a negar tajantemente cualquier vínculo con Juan José Santivañez y, por lo tanto, aseguró que los audios donde lo mencionan “no significan nada”. Según él, no entiende por qué Santiváñez quiso lo que en criollo llamamos “florear” a su cliente usando su nombre, si ni siquiera lo conoce.
Pero ojo: a pesar de su “indignación”, Ticse no fue tan duro con el ministro de Justicia. Recordó que Santivañez ya le había pedido disculpas públicas en marzo a través de un comunicado del Ministerio del Interior, donde admitía no conocerlo personalmente. Listo, caso cerrado… ¿no? Ticse incluso fue más allá y sugirió que este escándalo sería parte de una estrategia de “lawfare”, es decir, usar el sistema judicial con fines políticos. Según él, es un ataque directo contra quienes denuncian la supuesta “mafia caviar” dentro del Ministerio Público.
Mientras tanto, el escándalo no le ha hecho ni cosquillas al gobierno, que sigue actuando como un gabinete sólido y unido, y en el Congreso una eventual censura está muy lejos de concretarse. Total, si todo escándalo se arregla fingiendo demencia, ¿para qué complicarse?

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