La ciudad de Arequipa fue escenario de un anuncio que coloca al recurso hídrico en el centro de la agenda nacional. El ministro, Ángel Manero, detalló su estrategia para aprovechar el agua que, según dijo, el Perú posee en abundancia. Su exposición combinó cifras, plazos y una visión de largo alcance: almacenar, trasladar y distribuir el agua desde las zonas de excedente hasta los desiertos costeros y los valles agrícolas.
Arequipa: el reto de aprovechar el agua
Manero sostuvo que en cualquier punto del país se puede hallar una fuente de agua a no más de 300 kilómetros, y que el costo de conducirla no superaría los diez centavos de dólar por metro cúbico. Explicó que en 200 años de República solo se han almacenado 6.000 millones de metros cúbicos, apenas el 3 % del total disponible. Para revertir esa cifra, su cartera ha identificado 25 proyectos que permitirán sumar 8.000 millones de metros cúbicos adicionales en los próximos diez años, con una inversión estimada de 24.000 millones de dólares y financiamiento a largo plazo bajo esquemas de gobierno a gobierno y asociaciones público-privadas.
El ministro recalcó que el desafío no es la escasez, sino la falta de infraestructura. “Nos sobra agua. Aquellos que dicen que las futuras guerras van a ser por el agua, están completamente equivocados. El agua en el Perú la tenemos en exceso. El gran problema es que nunca hemos hecho las inversiones para almacenarla y conducirla allí donde se necesita”, afirmó durante su exposición.
Arequipa y el papel de la minería
En su presentación, Manero destacó que la minería es fundamental para asegurar la demanda que haga viables los grandes proyectos de almacenamiento. Señaló que en momentos de escasez “la minería está en nuestra prioridad de actividades económicas” porque genera el flujo de caja que permite financiar infraestructura que, a mediano plazo, beneficiará a la agricultura. Aclaró, no obstante, que cuando el uso de agua compita con el consumo humano, se priorizará el abastecimiento de la población.
El funcionario agregó que su ministerio coordina con empresas privadas para ejecutar represas, reservorios y sistemas de riego mediante la modalidad de obras por impuestos, especialmente en zonas de intervención minera. Identificó oportunidades para represas, andenes y proyectos de reforestación, en los que el sector privado podría participar activamente.
Nuevo proyecto para el Valle del Tambo
Para el sur del país, el ministro anunció un proyecto específico de gran envergadura: “La buena noticia para el Valle del Tambo es que vamos a adicionar otra represa, que le llamamos Tambo Bajo. Esta represa va a ser más grande que Llanapuque, casi 50 millones de metros cúbicos, y esa es la que nos va a permitir ampliar la frontera agrícola inclusive”.
Manero explicó que Tambo Bajo se encuentra en fase de perfil y se ejecutará bajo la modalidad de obras por impuestos. Precisó que el contrato para su construcción se firmará antes de julio del próximo año y que la ubicación exacta se definirá luego de un proceso social que permita concertar con las comunidades del entorno.
El titular de Desarrollo Agrario subrayó que su meta es dejar los 25 proyectos encaminados, con varias obras en ejecución y otras con contratos firmados, para que el próximo gobierno garantice su continuidad. Con este anuncio, Arequipa se convierte en un punto clave del debate hídrico nacional, al acoger propuestas que esperan equilibrar agricultura, minería y sostenibilidad mediante infraestructura de gran escala y colaboración público-privada.

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