Lo que se temía, sucedió. Tomás Aladino Gálvez asumió el puesto de Delia Espinoza tras su suspensión y la “quitada de cuerpo” de los demás fiscales supremos como Zoraida Ávalos y Pablo Sánchez. Ahora, el polémico magistrado —recién restituido y con más cuestionamientos que méritos— es fiscal de la Nación interino. Un nombramiento que los fujimoristas (y Willax) celebraron con entusiasmo.
Y es que Gálvez no ocultó nada sus prioridades si es que asumía el cargo: de entrada, dijo que sacaría de inmediato a los fiscales José Domingo Pérez y Rafael Vela del equipo especial Lava Jato, acusándolos de haber encubierto a Odebrecht. Como si fuera poco, también cuestionó que Espinoza criticara la ley de Amnistía y defendió la norma.
Para rematar, aseguró que no pondrá ninguna traba al Congreso ni al Gobierno. para “garantizar la gobernabilidad”. En otras palabras: Dina y sus congresistas mochasueldos o violadores pueden dormir tranquilos, que aquí no habrá investigaciones incómodas.
Y pensar que todavía no termina el año.
Desde Estados Unidos, Dina Boluarte vuelve a difundir mentiras sobre protestas en su contra y ataca a manifestantes
Aunque se haya mandado a mudar a Estados Unidos, Dina Boluarte parece consumida por el odio y el resentimiento. Desde la reunión de empresarios iberoamericanos, la descarada volvió a vomitar su veneno con el mayor de los cinismos. En el foro la tía repitió uno de los contados discursitos con el que la adoctrinaron sus ministrolazos e insistió en que son los opositores a su régimen los que estuvieron tras los asesinatos en las manifestaciones de 2022 y 2023.
Además, reiteró que la minería ilegal, el narcotráfico y otras mafias financian las protestas contra su autocracia. También habló de las movilizaciones recientes, llamando anarquistas a todos los que la rechazan. Parece que Dina Ercilia ya empezó a creerse sus propias mentiras. Mejor que se tome su hepabionta, no le vaya a reventar el hígado.
Filtran audio donde se intimida a testigo contra comandante PNP suspendido, Víctor Zanabria
Parece que la lealtad en la PNP se mide en silencios forzados. El mayor Osmar Fabián recibió una llamada de “cortesía” de un emisario del misterioso “número uno”, quien, con la sutileza de una bola de demolición, le sugirió que su memoria fallara repentinamente ante la Fiscalía en el caso de Víctor Zanabria, alias “Canario”. La oferta era peculiar: o sufría una amnesia estratégica o recibía una “invitación al retiro” anticipada. El caso contra Zanabria es de antología: se investiga si usó policías como albañiles en su tiempo libre, si una donación de 17 mil 600 soles de una minera se esfumó para una remodelación, y si se autodesignó profesor de cursos que no dictaba para cobrar por ellos.
La sugerencia del emisario fue que declare no recordar nada, porque “ya pasaron varios años”. Irónicamente, la única cosa que queda clara es que, al parecer, “chocar con el hombre” es el único delito que sí tiene consecuencias inmediatas en la institución.
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