La familia de Anthony Benavides, deportista y trabajador de una planta eléctrica, continúa exigiendo justicia tras casi un año del accidente que le costó la vida en Chilca, cuando fue atropellado por un patrullero policial el 11 de diciembre de 2024. El vehículo era conducido por el suboficial PNP Alex Caballero Ugarte, quien no contaba con licencia para manejar, según la investigación fiscal. Pese a ello, el agente sigue laborando en la misma comisaría, mientras el proceso judicial avanza con retrasos y falta de resultados concretos.
Los familiares denunciaron que el caso estuvo a punto de archivarse debido a la inacción del Ministerio Público y a la demora en los peritajes, entre ellos el toxicológico, que tardó más de ocho meses en emitirse. Sostienen que la Policía Nacional estaría encubriendo al suboficial implicado, evitando sanciones administrativas y manteniéndolo en funciones pese a las evidencias de responsabilidad. El hecho también ha generado indignación entre colectivos de motociclistas dónde él participaba, que acompañan a la familia en su pedido de sanción y transparencia.
Familia busca justicia sin respuesta
Los allegados al fallecido denunciaron que, a casi un año del atropello, no han recibido avances significativos de la Fiscalía ni del Poder Judicial, acusando una obstaculización en las investigaciones. “No hay justicia para Ezequiel, y el responsable sigue en libertad”, afirmaron.
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