La cadena de valor de la gastronomía peruana está viviendo una silenciosa pero potente revolución. Lejos de las luces de los premios internacionales, en las aguas de la Reserva Nacional de Paracas, se está gestando una reingeniería comercial que promete cambiar las reglas del juego: una alianza directa entre los pescadores artesanales y la élite culinaria de Lima.
Bajo la supervisión del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), este modelo denominado «Pesca del Día» busca eliminar la histórica figura del intermediario. El objetivo es doble: asegurar insumos de calidad premium para chefs de la talla de Pedro Miguel Schiaffino y el grupo La Rosa Náutica, y al mismo tiempo, incrementar los ingresos de las Organizaciones Sociales de Pescadores Artesanales (OSPAs) que apuestan por la sostenibilidad.
La rentabilidad de conservar
Gonzalo Quiroz, jefe de la Reserva Nacional de Paracas, sostiene que la conservación ha dejado de ser vista solo como una labor ecológica para convertirse en un activo financiero para las comunidades.

«Estamos demostrando que la conservación es rentable», afirma Quiroz. Según el funcionario, la formalización de estos acuerdos comerciales, que ya suman más de 25 convenios firmados, está teniendo un impacto directo en la reducción de actividades ilícitas. «Tenemos índices de que prácticas como la pesca con explosivos se están reduciendo drásticamente porque los pescadores ven en esta alianza formal un negocio más seguro y sostenible», explica.
El modelo se centra en la «pesca a cordel», una técnica selectiva y artesanal. Al vender directamente al restaurante, el pescador obtiene un precio justo por su esfuerzo, mientras que el ecosistema se beneficia de la reducción de la pesca masiva o depredadora.
Guardianes del mar y trazabilidad
El valor agregado de esta alianza va más allá de la frescura del lenguado, la corvina o la cabrilla. Los pescadores se han convertido en «guardaparques comunales voluntarios», actuando como los ojos del Sernanp en zonas de difícil acceso y erradicando prácticas nocivas por convicción propia, pues entienden que proteger el ecosistema es proteger su fuente de ingresos.

Para el sector gastronómico, el acceso a productos provenientes de un Área Natural Protegida se ha convertido en un diferenciador competitivo, respaldado por la marca «Aliado por la Conservación».
Pedro Miguel Schiaffino, reconocido chef y uno de los líderes de esta iniciativa, destaca la importancia de la información en la cocina moderna. «El cocinero de hoy tiene acceso a mayor información, lo que lo obliga a ser más responsable en sus decisiones de compra. Hay una clara tendencia de mercado donde los chefs líderes compran directo al pescador. Esta trazabilidad añade valor a la carta y educa al comensal», asegura Schiaffino.
A esta tendencia se suman empresarios como Herbert Rojas Silva (fundador de Almacén, Cumpa y Candelo), quienes ven en la sostenibilidad no solo una moda, sino la única vía para garantizar la existencia de sus insumos y la viabilidad de sus negocios a largo plazo.
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