Un emocionante hallazgo arqueológico ha sorprendido a mexicanos y peruanos. En la ciudad de Acapulco, Guerrero, arqueólogos descubrieron una ciudad prehispánica con 38 petrograbados; es decir, dibujos o gráficas rupestre en piedra. El más resaltante es el de un mono, similar al de la cultura Nazca, en Perú.
Durante muchos años, las teorías relacionaron a los alienígenas con la creación de las Líneas de Nazca. Ahora, un grupo de aficionados a la arqueología de la zona explicaron que esta «coincidencia» es posible gracias a un viajero que llevaba de un lugar a otro estas figuras.
La ciudad desenterrada abarca una extensión de aproximadamente 334 hectáreas donde, además de los petrograbados, se hallaron calendarios circulares y representaciones de una deidad de la lluvia. Para los lugareños, esta ciudad prehispánica ya se convirtió en un lugar sagrado el cual buscarán conservar.
Datos históricos de la ciudad perdida
De acuerdo con las investigaciones, el sitio tiene su origen en el periodo Clásico Temprano (año 400 d.C.), su apogeo se dio entre los años 600 y 900 y se sitúa en el Epiclásico. Mientras que para el año 1200 d.C., la ciudad fue abandonada durante el periodo Posclásico.
A pesar de los años, aún quedan restos de vestigios de la civilización que alguna vez se asentó en Acapulco, aunque muchos de ellos presentan un gran desgaste provocado por el ácido y pintura que en ocasiones colocan los visitantes.