En el Ejecutivo siguen con los nervios de punta. Pero es la presidenta Dina Boluarte la que lleva enrabietada más tiempo. Lo volvió a demostrar este miércoles, en un acto protocolar por la llegada de la nueva tuneladora para la Línea 2 del Metro de Lima. Con la nula autocrítica que la caracteriza, la novia de Chucky se refirió a los críticos de su brillante gestión como “aquellos que todavía cargan en sus hígados enfermos el odio y la indiferencia”. Más allá del veneno que soltó en contra de quienes padecen dolencias hepáticas, la tía volvió a correrse de la prensa.
En los últimos seis meses, Lady Rolex solo ha dado la cara dos veces, y en ambas hizo el ridículo y botó bilis. Lo de este miércoles es la segunda vez en menos de una semana en que Dina Ercilia deja ver su intolerancia a las críticas.
El domingo, en Piura, llamó “grupito de envidiosos” a quienes señalan los fallos de su gobierno y se rayó gritando “estamos trabajando, carajo”. Qué nivel. Aunque la mona se haga tratamientos estéticos, mona se queda.