En Machu Picchu, la pelea por quien opera la millonaria ruta Hiram Bingham que lleva a diario a miles de turistas al principal destino turístico del Perú, ha terminado golpeando de lleno al turismo. Hoy, PeruRail confirmó la suspensión total de los trenes hacia la maravilla del mundo por bloqueos, piedras y amenazas en la vía férrea. La empresa denuncia incluso un presunto atentado: las mangueras de freno de las plataformas que debían trasladar nuevos buses hacia Machu Picchu pueblo fueron cortadas. Hasta el presidente del frente de defensa denunció haber sido amenazado.
Mientras la Municipalidad de Urubamba, Consettur y San Antonio de Torontoy se disputan la operación de la carretera, miles de viajeros que apostaron por Cusco ven frustrado su sueño. La organización New7Wonders ha lanzado una advertencia pública: si no se gestiona responsablemente el santuario, se podría comprometer su categoría de Maravilla del Mundo. Un escándalo de imagen internacional que las autoridades siguen sin resolver.
En el clímax de este conflicto, el presidente de la Cámara de Comercio de Cusco soltó la idea que Machu Picchu debería cerrarse hasta dar solución a estos problemas.
Programa de la Red de Medios Regionales del Perú

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