Hace apenas una década y media, el cacao peruano era considerado una «promesa» en los mercados internacionales. Hoy, esa promesa se ha transformado en una realidad económica y cultural sin precedentes. Según un análisis presentado por José Yturrios Padilla, director de Agricultura y Cambio Climático de la organización RECURSOS, Perú se ha convertido en el país con la expansión cacaotera más rápida del planeta.
En su documento titulado «Del mejor grano al mejor chocolate», Yturrios destaca que entre 2010 y 2024, la producción nacional creció a un ritmo vertiginoso del 10.1% anual. Esta cifra coloca al Perú por encima de competidores históricos como Ecuador (8.8%), Colombia (4.5%) y Costa de Marfil (2.3%), posicionándose actualmente como el séptimo productor mundial, superando a naciones como Indonesia y República Dominicana.
El fin del mito de la materia prima
Uno de los puntos más reveladores del informe de Yturrios es la ruptura del paradigma de que el Perú solo exporta insumos básicos. «El verdadero milagro ocurrió en la elaboración de chocolate», señala el autor. Las cifras respaldan esta afirmación: en 2010 se exportaron apenas 1800 toneladas de chocolate, mientras que en 2024 esa cifra se disparó a más de 11 200 toneladas, multiplicando por nueve el alcance de mercado.
Actualmente, el 45% de las 180 000 toneladas de cacao que produce el país se transforman localmente. Esto ha dado pie al nacimiento de un núcleo industrial chocolatero del siglo XXI: si en 2014 existían 414 empresas dedicadas a este rubro, hoy operan 889 compañías, desde la Amazonía hasta la costa.

Yturrios resalta que este tejido empresarial es profundamente democrático e inclusivo: el 94% de estas compañías son microempresas y el 98% pertenece al segmento MYPE, generando más de 22 000 empleos directos.
Una potencia de 2 mil millones de dólares
El impacto económico de esta cadena de valor es contundente. Según el análisis de Yturrios, sumando las exportaciones y el mercado interno, el valor global de la cadena cacao-chocolate alcanzó casi los 2000 millones de dólares en 2024.
«Este boom no es solo económico: es cultural», afirma Yturrios. El autor cita como símbolo de este éxito a la marca Cacaosuyo, que recientemente ganó por cuarta vez el premio al mejor chocolate del mundo en los International Chocolate Awards, demostrando que la «maestría artesanal» peruana ya compite en las grandes ligas.
El legado estratégico y la respuesta a la crisis global
El informe también reconoce que este crecimiento no fue accidental. Yturrios subraya el papel crucial de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que entre 2002 y 2022 invirtió más de 200 millones de dólares para promover el cacao como alternativa legal a la coca en regiones como San Martín y Huánuco. Gracias a esta visión, hoy existen 250 000 hectáreas cultivadas por 125 000 familias.

Finalmente, el especialista destaca la capacidad de resiliencia del agricultor peruano. Ante la crisis de oferta global generada por la caída de producción en Costa de Marfil y Ghana desde finales de 2022, los más de 100 000 pequeños agricultores peruanos respondieron con rapidez para cerrar la brecha y aprovechar los mejores precios.
Como concluye José Yturrios en su texto: «Detrás de estas cifras hay un país que decidió creer en su cacao», consolidando un futuro donde el chocolate de alta calidad tiene, indiscutiblemente, acento peruano.
Lea la nota original aquí o visita el medio Inforegión