Cusqueños se dividieron durante la visita que realizó el presidente José Jerí a la ciudad. Mientras algunos ciudadanos lo tildaban de abusador sexual, otros lo piropeaban e incluso le gritaban que estaba “guapo”. A quien sí insultaron fue al congresista por Cusco, Luis Aragón.
Durante su recorrido, el presidente recibió regalos de productores de cacao y un poncho por parte del gobernador regional del Cusco, Werner Salcedo. La visita contó con un fuerte resguardo policial: los efectivos formaron una cadena humana para evitar que las personas se le acercaran.
La llegada de José Jerí se dio en medio de un clima de tensión política y cuestionamientos públicos que ya lo acompañaban antes de pisar suelo cusqueño. Desde tempranas horas, grupos de ciudadanos se apostaron en distintos puntos del recorrido oficial, algunos para expresar su respaldo y otros para manifestar su rechazo con consignas directas y gritos de protesta.
El operativo de seguridad llamó la atención de transeúntes y comerciantes, quienes denunciaron restricciones al libre tránsito y un despliegue policial poco habitual para una visita protocolar. A pesar de ello, el mandatario continuó con su agenda oficial, que incluyó reuniones con autoridades locales y representantes de sectores productivos.
Las críticas también apuntaron a la presencia de figuras políticas locales que acompañaron la actividad, a quienes los manifestantes acusaron de guardar silencio frente a los cuestionamientos que pesan sobre el presidente. En contraste, simpatizantes defendieron su presencia y aseguraron que las acusaciones forman parte de una campaña de desprestigio.

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