Concurso Literario>Poesía Archives - El Buho http://localhost:8000/elbuho/seccion/concurso-literariopoesia/ Wed, 11 Dec 2019 00:00:00 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.0.2 http://localhost:8000/elbuho/wp-content/uploads/2022/10/favicon.png Concurso Literario>Poesía Archives - El Buho http://localhost:8000/elbuho/seccion/concurso-literariopoesia/ 32 32 Embellecedor de jardines http://localhost:8000/elbuho/2019/12/11/embellecedor-de-jardines/ http://localhost:8000/elbuho/2019/12/11/embellecedor-de-jardines/#respond Wed, 11 Dec 2019 00:00:00 +0000 Poesía]]> http://localhost:8000/elbuho/2019/12/11/embellecedor-de-jardines/ Trabajo finalista de la categoría Poesía en el VII Concurso Literario El Búho, 2018.

The post Embellecedor de jardines appeared first on El Buho.

]]>
Trabajo finalista de la categoría Poesía en el VII Concurso Literario El Búho, 2018.

Embellecedor de jardines (sound track)

Autor:  Jimmy Barrios Rivera
 0. (CUANDO OTOÑO EMPIEZA A DEVORAR EL DÍA Y EL CORAZÓN DE LAS CIUDADES, VUELVO A MI OFICIO COMO UNA ISLA AL NÁUFRAGO)
 
mi oficio, como dije en otra vida, es una canción de cuello abierto, una noche por la hoja del desierto mientras los mares queman la memoria como un ajusticiamiento en la panza pública, así la cosa torna en sicodelia mis manos, la brasa que alimenta el lienzo mientras nos formamos frente al fusilamiento
mi nombre es embellecedor de jardines, mi oficio, buscarle un nombre a la galaxia que quema los tejados y la miseria que hemos sido cuando las calles eran la bondad de un desierto, todo mi oficio es arrancarle una sed a ese desierto, una música dispuesta a cambiar el curso de la guerra
mi nombre es embellecedor de jardines, he aquí mi historia de cieno y memoria
  1. (MADRE, AVISA A LOS COMPAÑEROS)
 
madre, avisa pronto, avisa como el sol y su lengua de proverbio quema el mar de la memoria mientras se disuelve el cielo en ese aire, madre esa flota de cardúmenes muere para dentro, avisa la nuca que nos pela el alma, la víctima casi feliz, avisa la puerta abierta y a los que sin ánima van rumbo al precipicio, avisa que el cuerpo no es sino una muda en la pinta que va del balcón a la quimera, la flor un acertijo y el árbol una nueva era al fondo del viajante avisa, madre
avisa que te dejo mi cuerpo entre las flores, mis manos en el aire trepando esa arquitectura, avisa el pozo y el hijo a tierra y el foso a tierra en esa agua en que has de beber nuestra sed del acertijo, avisa madre, avisa que todos los planetas se escapan de las manos cuando intentamos cielo, que todas las palabras huyen a la bosta de la mosca que ronda entre la idea, la herida de la boca que ronda entre el desierto de la lengua que te avisa madre, el cuerpo un médano y el agua un sahara por el que se asciende cada madrugada a coger del aire su propio llanto o el límite de ser un cuerpo
avisa, madre, el límite de ser un hiato en la panza pública que nos come el aire, una fiebre que nos borra el paso y una sed que asciende por el cielo del suicida avisa madre, avisa los muros de un desierto naciendo entre la lengua cada que nombramos algo, algo que se escapa entre las manos como un crimen, una astronomía negra en que leer la boca del siniestro avisa, madre
  2. (ESTUVE PERDIDO Y FUI HALLADO POR LAS LUCES DE NAVEGACIÓN ESTRELLADAS AL FONDO DEL AHOGADO)
 
así remontamos el cuerpo con la intención de remontar el mito del cuerpo perdido entre la Historia
el cuerpo era el signo y el aire su sustancia, la escritura, los siglos que tardamos en quemar las lenguas y las cartografías de esos pueblos extraviados en su propia usura mientras el tiempo nacía de nuestras propias abluciones, hueso y hueso sobre el hombro y roer el agua que hacía de desierto entre los ciegos y entonces no busqué sino entre las manos lo que no se escarba, lo que no se ve y rara vez entiende el caminante: la música que destaza la sustancia y el río de aire por la sed del alucine
  3. (YO EMBELLECÍA LOS JARDINES Y AMABA, COMO A MI PROPIO CUERPO, LAS VISIONES QUE TE QUITAN EL SUEÑO)
 
amaba el aire rezando en tus pulmones el nombre de los muertos, nombres que te arrastran siguiendo el curso de esa sicodelia donde toman forma los augurios y todos los deseos donde aposentarse mientras muere de rodillas la intemperie
la fruta nace lejos de tus manos donde nada solo queda la música de un vacío que se comprueba andando, un mapa borrando las sienes cuando el ahogado intenta su propia selva de saliva alegre
amaba el astro que te llama sin voces, esa lengua con que unir las muertes que atan el cuerpo a la quimera
 4. (EMBELLECER JARDINES ERA UN TRABAJO DURO PERO ALGUIEN DEBÍA HACERLO)
 
sembrar un ahogado en cada cuerpo, un mar de ideas para llegar al centro de la fruta que te come desde dentro
embellecer jardines era un trabajo duro, darle esquina a cada paso y fe a la materia que alimenta un destino de manos vacías pero abundantes, manos dispuestas a sacarse el corazón con el peso de un augurio
embellecer jardines era un trabajo duro pero alguien debía hacerlo, sembrar un dios en cada esquina y un mar en la sed que alimenta la magia de esta ciencia

5. (TODA LA MÚSICA PASABA POR MIS MANOS)
 
las corrientes alternas, subterráneas, los bajos fondos, los altos voltios quemando la sicodelia interior y las tendencias de la moda vibrando al fondo del estómago donde los perros cosen su pan al hambre para comprobar que dios existe en la palma de sus manos
todas las voces corrían por mis manos, las frases de era celeste en que nacemos, desarrollamos y volamos por el poro que sintoniza un afuera mientras se despliega el cuerpo en un viaje que dura lo que un parpadeo: toda la vida para demostrar que de la piel a su sombra existe una galaxia abierta como una garra sedienta por el himen de la fruta
todos los ríos corrían por mis manos, todos los cuerpos cuando dejamos atrás las ciudades porque es bello arar en el desierto pero es más triste arar entre todos los muertos que corrían por mis manos, músicas de todas esas voces que nos llama desde siempre a repetir el agua de ola y deriva
 6. (INFINITAMENTE CERCA AL BESO DE LAS COLISIONES NOS ABSTENEMOS)
 
un suicida intenta su flor en cada salto al espacio exterior y allí, infinitamente cerca al beso de las colisiones, nos abstenemos en la intemperie de una lengua que nos quema el cuerpo
infinitamente cerca nos abstenemos del peso de un instante que disuelva las leyes de una ceguera permanente en que perdimos la fe en nuestras manos, en nuestras flores
infinitamente cerca se borran de las manos los planetas, el abismo de fe y propia sombra, los jardines nunca vistos ni llevados a cabo pero infinitamente cerca al beso de las colisiones
 7. (POR QUÉ TAN SEPARADOS EN ESTA ISLADELAREUNIÓN?)
 
por qué tan separados? extrapolados en las noches de la balacera y devorados por la panza pública? por qué tan reunidos infinitamente lejos? solos bajo esta aureola que multiplica el agua y a la sed apunta? por qué tan reunidos en un fuego que los ciega, una ceguera que no cesa de aplazar el cuerpo? por qué tan separados en esta isladelareunión?
por qué tan solos en esta isla que se expande con cada gramo de costa consumida? por qué tan lejos el día de la reunión? los brazos puestos a secar en esta mano que se afila con cada parpadeo mientras se rompe entre las sienes el peso del ahogado? por qué tan separados en esta isladelareunión? acaso el cuerpo no es un mar donde caben todos los colores, el tiempo una sed que se acrecienta en la voz de los que piden sin lengua?
 8 (LOS JARDINES, COMO LAS INFORMACIONES, SON CONTRADICTORIOS)
 
en unos, los cuerpos celestes se acercan devorando el mapa y la nostalgia de raíces sembradas en el aire, pueblos de una agricultura que se escapa de las manos alejando en cada palma una verdad nunca vista
en otros, según Blake, por la cumbre del átomo se transforman los metales en bibliotecas y manuscritos que los ciegos pretender asir con la palma de una garra que los une al viento, siglos de penumbra entre las flores y mares encerrados en botellas que el sueño convierte en mitologías
las informaciones, como los jardines, son contradictorias, en otras el cuerpo se entrega a los delirios de su propia hambre mientras torna la muerte en vida, en fe la vida con cada paso que sembramos en el aire
 9. (Y CON TODAS ESAS CONTRADICCIONES SEGUIMOS ADELANTE Y EMBELLECIMOS LOS JARDINES)
 
por eso levantamos los jardines al fondo del aire, lejos de las ciudades y su cableado eléctrico que nos quita el sueño
por eso embellecimos los jardines sembrando en cada cuerpo un eco sin lengua, un mar abierto donde encontrar sus manos
 10. (LA VOZ VIENE DE UN MÁS ACÁ LLAMADO CUERPO FUERA)
 
el éxtasis era entregarse a esos jardines, el cuerpo esa intemperie en que comienza el mundo
el éxtasis viene de algún adentro llamado intemperie, fruta que osamos haciendo de sed al vivo
 

The post Embellecedor de jardines appeared first on El Buho.

]]>
http://localhost:8000/elbuho/2019/12/11/embellecedor-de-jardines/feed/ 0
Viento Angular (Poesía) http://localhost:8000/elbuho/2019/12/04/viento-angular-poesia/ http://localhost:8000/elbuho/2019/12/04/viento-angular-poesia/#respond Wed, 04 Dec 2019 00:00:00 +0000 Poesía]]> http://localhost:8000/elbuho/2019/12/04/viento-angular-poesia/ Trabajo ganador del premio Poesía en la VII Edición del Concurso Literario El Búho, Arequipa, 2018

The post Viento Angular (Poesía) appeared first on El Buho.

]]>










Por: Carlos Alberto Montes Arias

Trabajo ganador del premio Poesía en la VII Edición del Concurso Literario El Búho, Arequipa, 2018

VIENTO ANGULAR

/Uno/

No ha nacido aún  quien de una piedra  pueda moldear otra piedra.
Quien redibuje su corazón sin acudir a los lápices de la infancia. Quien eleve  su estrella lanzándose al abismo de  sus huesos y  halle entre  las cenizas del alba una lágrima sin memoria.
Quien se arranque  por los dientes los golpes del alma.
Quien confiese su usura de silencio y en fausta penitencia camine con su lengua altiva, azotándose con  su palabra.
 
Para ellos, agua y pan  de la mano húmeda del tiempo, para ellos: 
Los que no nacen para no ser  nombres que mueren sin ser escritos. Los que bajan la voz para ser oídos.
Los que juran por su vida con la muerte  en los párpados.
 
Yo callo y oprimo mi corazón para hablar de la esperanza, porque los latidos son ausencias  amordazadas  y mi silencio se oye a más distancia.
¿En qué orden van las lágrimas por el rostro de quien llora en primavera su flor malhadada?
Llegan las preguntas como pájaros perdidos en la próxima ciudad a la noche.

/Dos/

El extraño que me mira con su  transcrita pena humana,
lávase el reverso de  su mirada en  su silencio acuoso.
La luz  es un pájaro herido en el desierto de sus arrugas:
Ya se hacen lentas las lágrimas por su rostro. El otoño es un invitado que toca desde adentro y  ya no huye del tiempo, porque  es inútil  huir de uno mismo.
 
El extraño que me mira con sus ojos prestados de la muerte, tómase el pelo como quien acaricia su infancia.
Se pronuncia en hordas su perfil sediento y en la orfandad  de sus ocasos humedece un pan  en algún recuerdo:
Cuando no era necesario subir la mirada para ver el cielo
ni hablar del acero para hablar de libertad.
 
Ha orado tanto sentado sobre sus años que su sombra quedó adherida a su tristeza.

/Tres/

Hoy amo lo que para odiar he llamado: Mis manos han penetrado el color oculto del alba.
Mi pecho se ha  desprendido en  hojas como sacudido por un otoño fantasma y es mi mirada una antología incompleta  de la muerte.
He arrancado de mis ojos  la semilla negra del grito.
Mi sombra se ha quitado su  mordaza y habla del secuestro de las transparencias. Aún creo que la palabra es  la raíz del corazón y  la memoria  una habitación  de luces desveladas.
 
Vi madres enterrando sus sonrisas.
escribiendo interminables  oraciones  sobre sus  hambres: saciándolas.
Quemando sus cabellos entorno a fogatas amnésicas.
Vi la deserción del crepúsculo, la calcificación de la música. Vi la resignación  de los pretendían disfrazar su vejez  mas fueron descubiertos por su acento.
 
Si con retroceder se puede ir lejos y con  irse volver, vuelvo a mi origen primitivo de luz a través  del pájaro que canta  desde  la oscuridad.
 
Así es el amor por las cosas que se llaman para odiar.

/Cuatro/

Como el viento que tropieza con  la piedra ajena, he irrumpido   en mi  memoria como un animal extraño. 
He bajado de mi paso solo para abrigar el frío de los desconocidos. Para curar al pájaro de   fuego de la mordedura de las cenizas. Para atestiguar la repatriación del alba a sus senos minerales.
 
Desciende de cruz el día y duelen las raíces, duele  la fronda   de los años: Porque a veces somos como una estrella  cuyo exilio es caer   como  pluma y el peso de una espada.
A ninguna hora están tan  trasnochados los dientes, ni son tan lejanas las manos a la boca, ni son tan flacas las orejas del prójimo, ni están tan cansados los panes; como cuando las plegarias desabridas son el plato principal  de la mesa.
Con el corazón  demorando el paso, descubro que no todas las piedras con las que tropecé me pertenecen.

(Cinco)

Como quien no quiere avivar la herida, el viento pasa por sobre la hoguera. Son las veces en que las rosas se duelen su no suerte de estrella.
Lloran los que caen del altor de sus pies, los que tienen que elegir entre la luz o los ojos, llora el hombre y se enjuga con otro hombre.
Y como quien ama  se arma el  hombre contra el hombre.
Como quien           abraza, ahorca. Como  quien  besa, muerde.
Como quien           alberga, acecha. Como quien da la mano, empuja. Como quien calla, grita.              
 
Hace frío al final de cada palabra de despedida. El mar se abriga en su recuerdo de agua dulce. Nadie sabe lo que pisa hasta que alguien calla.
Un hombre ha caído a sus adentros, se agrieta el aire. Una canción alumbra al mundo.
 
La eternidad se ha mudado a otro silencio. Desciendo de la cima de mi voz.
Y como quien abrazo, ahorco. Como quien beso, muerdo. Como quien albergo, acecho. Como quien doy la mano, empujo. Como quien callo, grito.                                                                                                                                                                
Como quien no quiere avivar la hoguera, el viento pasa por sobre la herida.

/Seis/

A veces veo al dolor como un pájaro sin esperanza:
Espejo alado,  captura  de perfil  mis fantasmas.
Sueño con la pobreza lamiéndome el rostro y paisajes invisibles creciendo en tus manos. Ya nadie duda que la noche tiene la apariencia de una promesa no cumplida. Solo hay perfección en lo desconocido.
Voy descalzo hacia  mi vejez, y no sé si me pesan más las preguntas o las respuestas que no he hallado. Soy el que da forma al alba en el pecho, el que habla de la muerte como de una vieja amiga.
 
Quién  aligera  de mi corazón el acero del olvido y las lágrimas de las madres  que asisten al funeral de sus  hijos desde el otro lado  de la frontera. 
¡Alguien! 
¡Quien sea!
El que habla con las flores sobre las espinas de los hombres. El que habla con las serpientes  sobre los brazos  de los hombres. El que habla al mundo mirándose a los ojos.
 
Alguien que oiga su voz en el silencio de mi palabra, que me preste su mano para estrechar a la mía.
 
Voyme pues  hacia el dulce desengaño de las arrugas,  entre la ebriedad de los cuchillos de la memoria.
Voyme con el rostro de mi madre como único equipaje,
ardiendo como la última lluvia del atardecer.
Voyme angular, cantando de arriba hacia abajo con mi coro de sombras entrando hacia afuera.

/Siete/

Aborrezco  a los que auscultan su pájaro agorero en el árbol que jamás conoció la noche, porque cayó del pensamiento entre la luz y las lágrimas.
 
Ya solo existo en el frío que se anticipa al olvido.
La estrella más alta ha caído por el seno roído de una madre: nadie se sirve de su  carne apagada.
La vejez del hombre es el júbilo del tiempo. A cierta edad es preciso cuidarse la espalda de los ojos, de la voz nocturna de los huesos y del  filo de la lluvia sobre las telas viejas del corazón.
Con los años el paisaje se hace diferente hasta de la misma altura.
Otro dice eso que callo. Otro es al que callo como al invierno  de los adioses comparado solo a los adioses en  invierno. 
Los pájaros descubren que son la ciudad y la noche.
El extraño prescinde de los ojos de la muerte.
Las madres hablan de cosechas infecundas.
Los vientos optaron por vagar bajo el subsuelo de  los sueños.
Alguien recuerda una vieja canción y es más bien una forma del olvido. Sigue la perfección en lo desconocido.
 
Todos  toman una piedra y moldean su imagen, una lágrima, un pájaro, un astro, un corazón, un instrumento de medida para  el silencio y la memoria, un poema.
 
Menos una piedra.
 

Subscribe to our newsletter!

[newsletter_form type=»minimal» lists=»undefined» button_color=»undefined»]

The post Viento Angular (Poesía) appeared first on El Buho.

]]>
http://localhost:8000/elbuho/2019/12/04/viento-angular-poesia/feed/ 0