Este domingo 26 de enero, acudiremos a las urnas en un proceso extraordinario para elegir a nuevos miembros del Congreso. Estas elecciones se originan en la disolución del Parlamento concretada por el presidente Martín Vizcarra, en setiembre del año pasado. Esta decisión, que ha sido reconocida como válida por el Tribunal Constitucional, estuvo motivada en la continua renuencia del Legislativo a aprobar leyes que favorecieran la lucha anticorrupción. Una situación importante aquí es que muchos de los partidos que provocaron toda esta debacle pretenden volver al Congreso, como es el caso de Fuerza Popular, Partido Aprista Peruano, Contigo, Alianza para el Progreso y Acción Popular. Pero, esto no es lo único que hay que tener en cuenta. Si realizamos un análisis por descarte, en el que eliminamos a los partidos antes mencionados y a sus aliados (Solidaridad Nacional, Vamos Perú y Patria Segura), así como al gran vientre de alquiler de Unión Por el Perú, todavía tenemos una decena de partidos en bandeja. De estos, 6 son de izquierda -unos menos radicales que otros-; y 2, de derecha, además del Frepap, cuya ideología fáctica no es clara, aunque oficialmente se autodenomine nacionalista, indigenista, ecologista.
Mención aparte merece el Partido Morado al que la derecha llama “caviar” y la izquierda cataloga de derechista. Oficialmente se denominan de centro republicano radical.
Las alternativas no son óptimas, pero es importante tomar una decisión. Para ello, podemos utilizar la página www.votoinformado.pe del Jurado Nacional de Elecciones que ofrece información de todos los candidatos. Un voto responsable ayuda a mejorar la calidad de nuestros representantes.
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