Ezequiel Ataucusi, el arequipeño que fundó Frepap, contuvo Sendero Luminoso y resucitaría al tercer día

El denominado profeta Ataucusi se dedicó a ser zapatero, también estuvo en la construcción de un ferrocarril, fue carpintero y hasta minero

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El fundador del partido político Frente Popular Agrícola del Perú (Frepap) fue Ezequiel Ataucusi, considerado como el mesías para sus feligreses. Ellos pertenecen y profesan la fe de la Asociación Evangélica de la Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal.

Ezequiel Ataucusi Gamonal es arequipeño. Nació el 10 de abril de 1918, en Huarhua, un pueblo ubicado en el distrito de Cotahuasi, provincia de La Unión (región Arequipa). Ataucusi fue un personaje relevante y peculiar dentro de la política del Perú en los años noventas, por su origen mesiánico.

Durante su juventud, Ataucusi, de origen humilde, se dedicó a varios oficios antes de recibir el mensaje divino e iniciar su mayor misión en la vida. El denominado profeta, se dedicó a los oficios de zapatero, también estuvo en la construcción de un ferrocarril, fue carpintero y hasta minero.

Las experiencias que Ataucusi calificó de divinas, fueron relevantes para inclinar su vida hacia la religión, y fundar una propia. En textos que él mismo escribió explica que, cuando tenía 12 años, una imagen persistente de una estrella lo seguía a todo lado.

Otra experiencia fue la que vivió a los 14, cuando un anciano le reveló los secretos de los santos. La razón del símbolo del Frepap se entiende por esta otra anécdota denominada divina, cuando a los 18 años un pez gigante lo salvó de morir en un río.

“Tu cuerpo es de este tiempo, pero tu espíritu es muy antiguo”, fue el mensaje que definió su misión en la Tierra. Posteriormente comienza con su tarea, en 1956 en Chanchamayo, pero recién en 1968 funda la Asociación Evangélica de la Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal (Aeminpu).

Ezequiel Ataucusi

Ezequiel Ataucusi contuvo el avance de Guzmán

El antropólogo Juan Ossio debe ser uno de los estudiosos más persistentes sobre la vida de Ezequiel Ataucusi. Fueron casi tres décadas de estudios sobre este personaje, quien creía ser la reencarnación del Espíritu Santo en la Tierra.

Entre lo que más rescata Ossio sobre Ataucusi es que dio una alternativa para estas personas que lo seguían, conteniendo el crecimiento de Sendero Luminoso. La sanguinaria organización era liderada por otro arequipeño, Abimael Guzmán, quien se proclamó ante sus seguidores como la Cuarta Espada del Marxismo.

Ataucusi les presentó una alternativa sin tomar las armas, a quienes necesitaban creer en alguien, ya que el Gobierno les parecía más irreal que un líder a quien proclamaban como el profeta. Su forma de ver el mundo los llevó a conformar grandes comunidades en las zonas selváticas, alejándose del resto de la población.

“Para mí él es una especie de arquetipo de todos los seguidores de la congregación de israel: un hombre andino, criado en una comunidad quechuahablante, con experiencia migratoria (…) Si no hubiese existido esta vertiente pacífica, digamos que los senderistas hubiesen campeonado. Sendero tenía esta cosa metafísica de un líder que se había convertido en el verdadero intérprete del socialismo. En el otro caso, Ezequiel Ataucusi, era el intérprete de la Biblia, el que les podía dar las luces necesarias para comprender el Antiguo y el Nuevo testamento. Entre una y otra, muchos prefirieron la ruta pacífica”

Antropólogo Juan Ossio

La resurrección que nunca se dio

A la muerte de Ataucusi, el 21 de junio del 2000, se presentaba la mayor prueba de fe para sus fieles. Ellos aseguraban que, al tercer día, Ataucusi volvería a la vida, al igual que los católicos aseguraban que Jesucristo volvió a la vida tras su muerte corpórea en la cruz.

Funeral de Ezequiel Ataucusi (foto: El Comercio)

Ataucusi estuvo aquejado por una enfermedad renal los últimos meses de su vida y sus 83 años pesaron para que no lograra superar esta batalla por su salud. En aquel momento, Luis Achahui, personero del Frente Popular Agrícola del Perú (Frepap), fue quien anunció la muerte del “mesías”.

Su muerte se dio un jueves, y sus seguidores lo vistieron con sus atavíos de gala, para recibirlo el domingo cuando debía resucitar. Ataucusi vestía una tenida totalmente blanca. Sobre su cabeza, una corona bañada en oro con 7 piedras preciosas y un pechero con 15 piedras de jade.

Permaneció rodeado por sus fieles en el mausoleo de la congregación en Cieneguilla. El mensaje de Ataucusi se había difuminado por otros lares y no solo tenía su zona más fuerte en la selva del Perú, sino que llegaron feligreses desde Bolivia y Colombia.

Los tres días pasaron sin novedad. Una semana más continuaron velándolo, pero Ezequiel no volvió a respirar más. Los fieles de Ataucusi anunciaron que Ezequiel, el denominado profeta, había resucitado, pero en sus corazones.

Aquí acabó la leyenda de la reencarnación y el Frepap, hasta las elecciones de ayer, había perdido protagonismo. Hoy la realidad nos ha vuelto a sorprender y es otra para los seguidores de Ezequiel Ataucusi.

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Autor

  • Semanario El Búho

    Las notas publicadas por “Semanario El Búho” fueron elaboradas por miembros de nuestra redacción bajo la supervisión del equipo editorial. Conozca más en https://elbuho.pe/quienes-somos/.

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