El biólogo y hoy candidato fujimorista, Ernesto Bustamante, que se ha pasado todo el tiempo de la pandemia boicoteando las acciones del gobierno, tanto de Sagasti como de Vizcarra, criticando sin aportar soluciones serias, ha decidido mostrar su verdadera naturaleza en una publicación hecha en su cuenta de twitter.
«Rescate de precisión para la salud y la economía», dice en el post que lo «muestra» en situación de superhéroe u osado personaje cinematográfico.
Lo real, sin embargo, es que teniendo la osadía de causar pánico con sus imprecisiones y mentiras acerca de la vacuna Sinopharm; haciendo gala de una experticia inexistente, no tuvo la valentía de retractarse, luego de que fuera desmentido. La Universidad Cayetano Heredia y la mayoría de expertos en el tema, explicaron la confusión, pero Bustamante fue uno de los pocos que no entendió.
Y es que, no está en discusión si la vacuna de Sinopharm, con la que se inmunizó a todo el personal de Salud, es mejor o peor que otras, sino que él y su entrevistador Beto Ortiz, leyeron al revés los resultados de un informe preliminar, incompleto y destinado a otros fines, lo cual ninguno de los dos fue capaz de reconocer.
Como buen candidato fujimorista, al parecer lo ganan sus fobias y resentimientos por no estar convocado al gobierno. Y como experto, su comportamiento electorero es vergonzoso. Esperamos que no sea, como dicen, de familia arequipeña.
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