La toma de Lima por los Cuatro Suyos

Miles de aimaras y quechuas de Puno en camino. La resurrección artificial de SL y su "ejercito guerrillero popular" (EGP), utilizado para detener a siete dirigentes de dicho frente no generó miedo en los impulsores de la nueva marcha de los "Cuatro Suyos".

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PROTESTAS CONTRA DINA  Boluarte llegan a lima

El 2000 se organizó una marcha hasta Lima llamada de los “Cuatro Suyos” contra la dictadura fujimorista. ¿Fue realmente una marcha de los cuatro suyos? No hay duda, que fue masiva y removió aspectos de la identidad cultural del Perú. Alejandro Toledo, el “cholo sano y sagrado” o “Pachacútec” y los temas de “Río Santa” y “Amor, amor”, lo lideraba.

No hay duda también que mucha gente de las regiones vinieron a esa marcha que marcaría el fin de la narcodictadura fujimorista. El vladivideo en el que se ve a Montesinos entregando gruesos fajos de dinero a uno de los hermanos Kouri, fue el puntillazo final.

En aquel entonces los protagonistas fueron los sectores de la choledad plebeya y los colectivos antifujimoristas urbanos y una amplia coalición de partidos de izquierda y centro derecha.

Veintidós años después, entre el 17 y 19 de enero de 2023, se ha vuelto a convocar a una nueva marcha de los “Cuatro Suyos”. Si bien al inicio la llamaron la marcha de las macroregiones a Lima, a medida que pasaron los días la llamaron de los “Cuatro Suyos”.

Esta nueva marcha de los suyos, a diferencia del 2000, que lo convocaron desde Lima, lo convocó los indígenas y mestizos de cinco zonas y/o regiones del sur andino: Andahuaylas (Apurímac), Juliaca (Puno), Huamanga (Ayacucho), Arequipa y Cusco.

Con excepción de Huancavelica, los indígenas quechuas, aimaras y chankas y mestizos de esas regiones fueron los que, el 7 de diciembre, cuando el expresidente Pedro Castillo dio un autogolpe y el Congreso fuji-porky-acuña lo vacó, empezaron las protestas contra el ascenso al gobierno de Dina Boluarte.

Fue una combinación de rechazo a lo que llamaron un gobierno usurpador, pues el Congreso sacó a quien ellos habían elegido y lo medular del mensaje de Boluarte: juró gobernar hasta julio de 2026.

Así, en el período del 7 al 15 de diciembre, el epicentro de las protestas intercaló entre Andahuaylas, Arequipa, Ayacucho, Cusco y Puno. En ese primer momento, se produce los primeros asesinatos en Andahuaylas (6 chankas) y la masacre en Ayacucho (10) como consecuencia de una feroz represión policial y, desde el 15, militar.

Para la mitad de las protestas ya se había configurado un estallido social o, lo que llamaron los líderes de la protesta, una insurgencia social. El saldo, a la quincena de diciembre, de asesinados llegó a 17 muertos.

Al advertir la convulsión social en el sur andino, una lógica represiva y genocida del gobierno y la alianza de Dina Boluarte con el fujimorismo político, económico, mediático y policial/militar, la CGTP convocó a una movilización nacional por la renuncia de Dina Boluarte y el adelanto de las elecciones generales para este año.

De otro lado, desde el 16 de ese mes, las fuerzas de la macroregión sur decidieron un repliegue por las fiestas de navidad y año nuevo y reiniciar la insurgencia social el 4 de enero de 2023.

Tal como fue acordado, el pasado 4 enero, la macroregión sur (Huancavelica siguió siendo la excepción) entró a un paro indefinido con exigencias propias: renuncia de Boluarte, cierre del Congreso, adelanto de las elecciones para este año, referéndum para una Asamblea Constituyente que elabore una nueva Constitución y la restitución de Pedro Castillo.

El paro indefinido en las cinco regiones del sur andino fue, desde esa fecha, fue creciendo hacia dentro y hacía fuera. La represión policial y militar se desplazó de Andahuaylas, Arequipa y Ayacucho a Juliaca y Cusco. El 12 fue la masacre en Juliaca, dejando 18 asesinados.

Al Cusco, que entró en paro indefinido en sus 21 provincias, también llegó la cruel represión policial y militar: dos asesinados y decenas de heridos. La masacre en Juliaca pospuso la marcha de las macroregiones a Lima. Reajustaron la fecha para el 17 de enero.

En los marcos del duelo y entierro de aimaras y quechuas, la marcha de las macroregiones fue adoptando la denominación de la marcha de los “Cuatro Suyos” en Lima. El profundo dolor y el duelo las aimaras y quechuas no frenó la preparación de la marcha.

Ni las masacres y asesinatos, ni el grotesco “terruqueo”, ni la orden de inamovilidad social o toque de queda y el estado de emergencia, fueron un obstáculo para organizar su viaje a Lima. La marcha de comuneros indígenas y mestizos. Tampoco la detención de los dirigentes del Frente de Defensa de Ayacucho, tres de ellos acusados de pertenecer al “comité regional principal”. Es decir, ser “responsables político” y “militar”.

La resurrección artificial de SL y su “ejercito guerrillero popular” (EGP), utilizado para detener a siete dirigentes de dicho frente no generó miedo en los impulsores de la nueva marcha de los “Cuatro Suyos”. Andahuaylas y Puno, en fechas diferentes, viajaron en caravana. De las demás regiones viajaron como pasajeros de buses y autos.

En el caso específico de los miles de aimaras del sur y los quechuas del norte de Puno, viajaron al medio día del martes 17. Inicialmente, era la fecha prevista para la marcha en Lima. Este retraso es comprensible e indica que no volverán sin la renuncia de Boluarte, el adelanto de las elecciones para este año y el referéndum para una Asamblea Constituyente que redacte una nueva Constitución.

Así, a diferencia del 2000, está nueva marcha de los Cuatro Suyos tiene como protagonistas a los indígenas aimaras, quechuas y chankas del sur andino. De Puno hasta Moquegua, pasando por Tacna. También a los mestizos de las zonas urbanas de esta macroregión.

A está marcha se han ido sumando regiones de los cuatro suyos. Los ronderos de La Libertad, Cajamarca, mestizos y ronderos de Ancash, ronderos de Amazonas y gremios y ronderos de Lambayeque. Del centro, apoyan delegaciones de Huánuco, Junín y Pasco; además, de paros y marchas.

Y de la macroregión oriente, paro de ronderos y provincias de San Martín, indígenas y mestizos de Madre de Dios. Y Loreto, con un paro regional. En está última región, el Frente Patriótico de Loreto apoyó con movilizaciones. Las protestas se están extendiendo a nivel nacional.

La ciudad de Lima, como nunca antes, tendrá a indígenas, comuneros, ronderos, mestizos y el apoyo de amplios sectores populares de los distritos de Lima Metropolitana marchando masivamente. Ese es lo novedoso de esta segunda marcha de los Cuatro Suyos. Esperemos que las clases medias se sumen.

El jueves 19 será la oportunidad para que los trabajadores sindicalizados se unan y confluyan con la CGTP. Ese día será un paro nacional impulsado por la central sindical y las macroregiones del Perú.

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