En el mes de febrero, PerĂș se engalana con una serie de festividades que llenan de color, mĂșsica y alegrĂa sus calles. Desde el DĂa de las Comadres, pasando por la festividad de La Candelaria en Puno, hasta los vibrantes Carnavales que se celebran en diversas partes del paĂs, estas celebraciones son una expresiĂłn viva de la riqueza cultural y tradicional peruana. Sin embargo, este año, la conversaciĂłn en torno a estas festividades toma un giro inesperado al abordar un tema de profunda relevancia social y polĂtica: la censura del arte y las expresiones culturales.
La Red de Medios Regionales del PerĂș organizĂł un foro para dialogar sobre este asunto, reuniendo a tres voces representativas de diferentes regiones: CĂ©sar Aguilar “Chillico”, caricaturista de Cusco; Carmen Aroni, artista de Ayacucho; y RenĂ© Calsin, historiador de Puno. A travĂ©s de sus experiencias y perspectivas, se buscĂł entender cĂłmo la censura afecta la expresiĂłn cultural y artĂstica en el paĂs, especialmente en un contexto de celebraciones tan significativas.
Cesar Aguilar Peña, creador de “La Descarada” en Cusco
Cesar Aguilar Peña, creador de “La Descarada” en Cusco.
CĂ©sar Aguilar, conocido por su seudĂłnimo “Chillico”, es un artista plĂĄstico cusqueño que ha enfrentado la censura de manera directa. Su obra “La Descarada”, una escultura caricaturesca de la presidenta Dina Boluarte, se convirtiĂł en un sĂmbolo de protesta y crĂtica polĂtica. Aguilar argumenta que el arte y las celebraciones populares, como los carnavales, siempre han tenido una profunda relaciĂłn con la polĂtica, sirviendo como un espacio para la manifestaciĂłn popular y la crĂtica social. RecordĂł cĂłmo en Cusco, las figuras de autoridades y polĂticos son representadas en muñecos y caricaturas para ser satirizados, una tradiciĂłn que destaca la capacidad del arte para confrontar y cuestionar.
âEs una expresiĂłn de una fiesta tĂpicamente andina, donde se da expresiones de humor que confronta, con sarcasmo. Es una expresiĂłn caricaturesca porque se acostumbra en Cusco; hacer muñecos para representar y saludar a las comadres mĂĄs destacadas, tambiĂ©n a las autoridades religiosas y polĂticas. Por ejemplo en San Blas por los años 90, habĂa una picanterĂa llamada Las Zorras con doble sentido y las dos señoras que tenĂan el cabello teñido, eran representadas con alegorĂasâ contĂł CĂ©sar Aguilar.
Chillico contĂł dos experiencias de intentos de censura vividas en carne propia, aparte de la conocida censura a su obra âLa descaradaâ, en el gobierno del expresidente Alejandro Toledo intentanron truncar su viaje de invitaciĂłn a EE.UU donde un ciudadano judĂo cayĂł sobre el techo de su departamento. TambiĂ©n recordĂł la vez en la que junto a un colectivo crearon una alegorĂa para âcochinearâ a la iglesia catĂłlica por intentar ofrecer un boleto turĂstico en el Cusco, a fin de de monetizar la fe. Cuando presentaron la obra en la plaza de armas, la iglesia les mandĂł su seguridad privada, incluso la FiscalĂa. âFĂjense el poder cĂłmo actĂșa cuando la propuesta artĂstica incomoda. Creo que la caricatura polĂtica incluso la prensa tiene ese objetivo de incomodar al poderâ dijo.
âEl arte plĂĄstico lo trajeron de Europa, pero aquĂ tenemos expresiones andinas propias. Se pueden hacer caricaturas, pero aquĂ las caricaturas se transforman en alegorĂas. No solo a las comadres, sino a las autoridades. Ni hablar de las coplas de los carnavales cajamarquinos, apurimeños y ayacuchanos. El arte, la cultura siempre ha estado relacionado con la polĂtica. En este gobierno vemos que quieren censurar y cuĂĄnto mĂĄs quieren censurar, la creatividad se hace mĂĄs rica a travĂ©s del arteâ concluyĂł.
Carmen Aroni, actriz denuncia las prĂĄcticas de censura en Ayacucho
Carmen Aroni. Foto: Pilar Rojas
La artista, actriz, Carmen Aroni, desde Ayacucho, compartiĂł cĂłmo el carnaval, mĂĄs allĂĄ de ser una festividad, se convierte en un acto de protesta y resistencia. Aroni destacĂł que las expresiones de arte y cultura en Ayacucho, especialmente durante el carnaval, enfrentan una censura que limita la libertad de expresiĂłn, advirtiendo a los artistas contra la presentaciĂłn de obras que critiquen a instituciones del estado. Esta realidad evidencia una preocupante tendencia a reprimir las voces crĂticas y la creatividad, fundamentales para una sociedad democrĂĄtica y libre.
âHay personas que estĂĄn mal actuando frente a la poblaciĂłn. Tenemos que seguir en Ayacucho. Desde hace dĂas ya estĂĄn saliendo por las calles cantando. Y sĂ, en algĂșn momento ya nos han dicho que nos van a meter a la cĂĄrcel y que tengamos cuidado con las expresiones. Son amenazas, pero son parte de intentar callarnos y silenciarnos. Los artistas somos un poco mĂĄs fuertes, no podemos callar. El Carnaval tambiĂ©n es protesta en el PerĂș, igual que en Venezia – Italia, donde salen con mĂĄscaras para esconder su identidad y expresar, personas que salen a decir sus verdades a las autoridades, en Brasil y Alemania lo mismoâ expresĂł Carmen Aroni.
La actriz informĂł advirtiĂł que hay una intervenciĂłn de la DefensorĂa del Pueblo y la DirecciĂłn Desconcertada del Ministerio de Cultura, con una especie de censura debido a que han advertido que se debe respetar la “expresiones hacia las autoridades”. En diversos concursos de artes, vienen limitando a los artistas advirtiĂ©ndole que los artistas no deben presentar nada de protesta ni ofensas hacia instituciones del estado. Y si algĂșn grupo teatral expresa una representaciĂłn de protesta, son automĂĄticamente descalificados,
“Se les ha dado a algunas instituciones como la DefensorĂa del Pueblo de decir que tenemos que tener cuidado, que debemos respetar las expresiones respecto a las autoridades del PerĂș. TambiĂ©n viene esto de la DDC del Ministerio de Cultura. Yo he sido jurada calificadora en concursos de teatro, en declamaciĂłn y otros donde te estĂĄn limitando como por ejemplo; dice: una obra teatral no se puede presentar nada de protesta, no se puede presentar nada que tenga que ofender a los estados. Desde allĂ es una censura, te dicen que la temĂĄtica tiene que ser de esto o de otro, y si algĂșn grupo teatral o algĂșn participante muestra una protesta automĂĄticamente es eliminado del concurso” contĂł.
NOTA: Desde Ayacucho, el director del Diario Jornada, informĂł que el alcalde de la provincia de La Mar, ha mencionado que deberĂa haber instituciones que deberĂan definir quĂ© tipo de cĂĄnticos deberĂan realizarse en las celebraciones de los carnavales.
El Historiador puneño RenĂ© CalsĂn, la censura desde el ĂĄmbito histĂłrico
El Historiador puneño RenĂ© CalsĂn, la censura desde el ĂĄmbito histĂłrico.
René Calsin, historiador puneño, aportó una visión histórica al debate. Recordó cómo, incluso en el siglo XIX, la participación en los carnavales estaba sujeta a la aprobación de las autoridades, una forma temprana de censura que persiste de diferentes maneras hasta hoy. La situación actual en Puno, donde la presencia policial en las festividades -por ejemplo- ha sido motivo de controversia y rechazo, refleja cómo la censura y el control gubernamental pueden afectar la libre expresión cultural.
“Este intento de querer censurar, que viene de algunas autoridades; no es de ahora, inclusive en el siglo XIX encontramos muchos documentos de que para que la poblaciĂłn rural participe de los carnavales. TenĂan que pedir permiso y ahĂ va la censura de la autoridad polĂtica, si le admitĂa o no. El maestro JosĂ© Antonio Encinas, claramente escribiĂł que estuvo en contra de estas actitudes” expresĂł.
Piden justicia en La Candelaria y claman que âPuno sĂ es el PerĂșâ.
CalsĂn dijo que en Puno estĂĄn en plena celebraciĂłn de virgen de la Candelaria. Hay cinco concursos de las cuales dos ya se llevaron a cabo. Eventos se dan en el Estadio Monumental de la Universidad del Altiplano con mĂĄs de 135 conjuntos originarios. Por ejemplo en una agrupaciĂłn de Pichacani, se mostrĂł una coreografĂa representando a que “Puno sĂ es el PerĂș”, en respuesta a lo dicho por la presidenta Dina Boluarte de que âPuno no es el PerĂșâ. Dijo que es una respuesta clara de quienes estĂĄn participando en el carnaval. Al menos en unos 20 conjuntos se ha notado la protesta contra la polĂtica actual. Pero, aĂșn vienen los carnavales de Juliaca, que se da luego de la Candelaria.
âEl carnaval mĂĄs imponente es indiscutiblemente el carnaval de Juliaca, donde la situaciĂłn es aĂșn es mayor (respecto a las protestas), ya se ha visto a los 42 elencos , mĂĄs de 10 de los cantos y coreografĂas han mostrado la situaciĂłn polĂtica. TambiĂ©n hay danzas de orden satĂrico que no solo muestra la situaciĂłn polĂtica, sino tambiĂ©n hay personajes como el âKusilloâ una muestra clara de un danzarĂn que se mofa de mucho hechos y alude permanentemente a los polĂticos. AquĂ hay diversidad de danzas que no se cuentan en decenas, las celebraciones aquĂ se cuentan en centenasâ agregĂł CalsĂn.
ConclusiĂłn sobre la censura en el arte y la expresiĂłn cultural
La conversaciĂłn abordĂł tambiĂ©n la politizaciĂłn de las festividades, un tema que ha generado debate en el contexto actual. Los participantes coincidieron en que la cultura y el arte estĂĄn intrĂnsecamente ligados a la polĂtica, siendo imposible desvincularlos. El intento de censurar el arte y las expresiones culturales, lejos de apagar la creatividad, sirve como un catalizador para que esta se manifieste con mayor fuerza y resiliencia.
Vea la entrevista completa aquĂ:
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