El polémico conductor de Willax y PBO, Phillip Butters, prometió exponer una investigación que haría temblar a “los caviares”. En especial, al periodista Gustavo Gorriti y los fiscales del equipo especial Lava Jato. Todo esto surgió a raíz de la incertidumbre por su presencia en el lugar, el día de la detención de Andrés Hurtado “Chibolín”.
En un principio, Butters afirmó que se acercó a la clínica donde fue detenido porque era amigo del abogado del exconductor y quería saber qué sucedió. Sin embargo, esa misma noche, Butters cambió de versión, asegurando que fue al lugar para recibir importantes documentos de fuentes anónimas.
El “destape”, que mantuvo en vilo a una parte de la población, se trataba de una acusación contra el fiscal José Domingo Pérez por supuesto enriquecimiento ilícito, un caso ya conocido desde 2023. En ningún momento se refirió al periodista Gustavo Gorriti. La opinión pública especula que, en realidad, el conductor buscaba desviar la atención y pasar desapercibido por haber estado presente durante la detención de “Chibolín”.