Nicanor Boluarte, pese a tener una orden de captura y estar en la clandestinidad, decidió que era un buen momento para cambiar de abogado en el caso ‘Los Waykis en la Sombra’. Su intención era incluir al conocido abogado Humberto Abanto en su defensa, pero se topó con un pequeño obstáculo: el juez Richard Concepción Carhuancho.
El magistrado, con su habitual firmeza, insistió en que Boluarte hiciera el pedido de forma personal, lo cual, considerando su situación de prófugo, era un tanto complicado. Ante esta solicitud imposible de cumplir, Abanto se retiró del caso, señalando que el abogado actual, Vivanco, es uno de los mejores penalistas de Lima. “Yo no haría nada que él no pudiera hacer”, dijo. Así, el intrépido Nicanor Boluarte ‘no piso el palito’ que le puso el magistrado, y continuará manejando su caso en su condición de prófugo, hasta que otro juez le revoque el pedido, como suele suceder en las apelaciones en Perú.