Un nuevo año, pero en Perú o mejoran las cosas. No solo somos titulares en medios internacionales como el Financial Times, que denuncia la ola de extorsiones y asesinatos a manos de sicarios que atormentan a la población día tras día. Ahora sobresalimos por las prioridades cuestionables de nuestras autoridades, quienes parecen empeñadas en devolvernos décadas al pasado.
Empezando por el Congreso. Tras el escándalo de una presunta red de prostitución en sus instalaciones, que aprobar una norma que prohíbe a las mujeres del personal administrativo usar minifaldas o pantalones cortos. Al parecer, en su lógica, la ropa es la verdadera culpable de todo. Por otro lado, el Ejecutivo no quiso quedarse atrás.
En una brillante demostración, el gobierno de Dina Boluarte se lanzó en contra de una obra que sería estrenada en la PUCP titulada “María Maricón“. Desde el ministerio de Cultura alegan que esta obra LGTBIQ+, “no representa un espectáculo cultural”. Invocaron respeto por los símbolos religiosos y denunciaron que su afiche promocional transgrede la fe católica de los peruanos por lo que se tomaría las medidas “correctivas pertinentes”.
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