A 90 kilómetros de Arequipa, en el árido límite con Moquegua, se alza el Santuario de la Virgen de Chapi, símbolo de una devoción que trasciende siglos. Declarado Patrimonio Cultural de la Nación en 2012, este lugar atrae anualmente a miles de peregrinos, especialmente el 1 de mayo, fecha que marca el inicio de las celebraciones marianas. Su historia, entretejida con milagros y resistencia, refleja la espiritualidad de un pueblo arraigado en las tierras altas del sur peruano.
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