La plataforma comercial Andrés Avelino Cáceres registra un crecimiento explosivo desde su formación en 1990, cuando la Municipalidad de Arequipa reubicó a los ambulantes del Centro Histórico en el actual eje comercial. Desde entonces, la expansión urbana y económica avanzó de forma continua, aunque sin planificación adecuada.
En 2012, un estudio de la Universidad Católica San Pablo contabilizó 15 mil microempresas en la zona, que pertenece a Bustamante y Rivero. Para 2025, la cifra superó los 25 mil comerciantes, lo que refleja un aumento mayor al 65 % en poco más de una década.
Hoy, la plataforma se extiende por más de 20 cuadras, con más de 50 asociaciones entre mercados formales e informales. A diario, más de 10 mil personas visitan este punto clave del comercio en Arequipa. Sin embargo, el crecimiento urbano de la «Avelino» avanza sin un orden claro: el comercio ocupa calles, veredas y edificaciones en altura, lo que ha generado saturación en el entorno.
Diversas investigaciones académicas advierten que el auge comercial no ha ido acompañado por mejoras en infraestructura, drenaje ni seguridad. Esta situación convierte a la plataforma comercial Andrés Avelino Cáceres en un núcleo económico potente, pero también en una zona crítica por su crecimiento urbano descontrolado.
Aquí les presentamos algunas imágenes que grafican la problemática que ninguna gestión en José Luis Bustamante y Rivero, municipio al que pertenece, ha podido abordar con resultados.











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