Desde que el brote del coronavirus se empezĆ³ a extender por China, informaciĆ³n falsa o alarmista empezĆ³ a circular por redes sociales y hasta en medios de comunicaciĆ³n. Entre la vorĆ”gine por nuevos casos o ciudades en cuarentena, la moderaciĆ³n y la informaciĆ³n responsable se hicieron la piedra de toque para no caer en alarmismo.
Arequipa y PerĆŗ no son la excepciĆ³n a estos excesos. Con el primer caso confirmado en la regiĆ³n, cadenas con supuestas recetas contra el Covid-19 se difundieron en redes sociales y aplicaciones de mensajerĆa. Mientras que usuarios de Facebook se hicieron con el nombre de una familiar del primer contagiado de la ciudad, y la agredieron verbalmente.
Diversas autoridades hicieron un llamado a la calma. El Ćŗltimo miĆ©rcoles, el presidente MartĆn Vizcarra tranquilizĆ³ a la poblaciĆ³n asegurando presupuesto adicional y medidas excepcionales para prevenir contagios.
Por su parte, el alcalde de Arequipa, Omar Candia, cuestionĆ³ la gravedad del brote y se aventurĆ³ con una afirmaciĆ³n optimista.
āPuede ser que en los prĆ³ximos dĆas tengamos la vacuna. Y no solo ello, que podamos entender que esta pandemia, su nivel de mortalidad, es bajĆsima. Incluso su nivel de morbilidad. Un infectado contagia de 2 a 4, osea no es un nivel de morbilidad que pueda hacer alta la tasaā.
Omar Candia, alcalde de Arequipa
En general, su afirmaciĆ³n no es verificable. Ciertamente, la morbilidad a la que alude el edil existe, aunque no es aplicable al coronavirus. Por este tĆ©rmino se entiende a la cantidad de individuos infectados en un espacio y tiempo determinado. Es importante para comprender la evaluaciĆ³n y el retroceso de la enfermedad, las razones de su surgimiento y las posibles soluciones. Para los especialistas, aĆŗn es muy pronto para realizar este cĆ”lculo, dado el estadio temprano e irregular de la enfermedad. En la situaciĆ³n actual, una cifra de morbilidad resulta imprecisa. Pero lo mĆ”s importante es que tampoco se refiere al Ćndice de contagio.
El indicador que evalĆŗa el Ćndice de contagio es el R0, denominado ritmo bĆ”sico de reproducciĆ³n de la enfermedad. Es el nĆŗmero promedio de contagios nuevos que genera un caso a lo largo de un periodo infeccioso. La enfermedad se considera infecciosa mientras su R0 sea superior a 1. Las mĆ”s infecciosas son la sarampiĆ³n y tos ferina, con R0 de 12 a 18. Mientras que enfermedades como el Ć©bola o influenza tienen sus parĆ”metros entre 2 y 3.
ĀæEn quĆ© nivel estĆ” el coronavirus? SegĆŗn estimaciones, fluctĆŗa alrededor de los 2,5. Empero, no es algo para tomĆ”rselo a la ligera. La gripe espaƱola, cuyo mayor brote se dio en 1918, tenĆa un R0 de 2,1 -y dejĆ³ millones de muertos-.
Asimismo, el ritmo bĆ”sico de reproducciĆ³n no es la Ćŗnica variable en juego. TambiĆ©n entra en juego el tiempo de exposiciĆ³n, la forma de contagio y el estado del sistema de salud. A decir del propio Candia, nuestro sistema asistencial es desastroso. Y allĆ viene el verdadero problema con el coronavirus.
Prevenir contagios
Tal como enfatizĆ³ Candia, el coronavirus no es un virus letal. Su tasa de mortalidad ronda el 2,5%. Las principales vĆctimas son adultos mayores y personas que padecen otras enfermedades o condiciones de riesgo. Sin embargo, habrĆa que recordar al edil que se habla de vidas humanas.
Empero, los virĆ³logos no se fijan tanto en la mortalidad, sino en la tasa de hospitalizaciĆ³n. En el caso del Covid-19, es bastante elevada. Si se produce una ola de infecciones que requiera hospitalizaciĆ³n, el sistema de salud nacional quedarĆ” en riesgo de colapso. MĆ”s aĆŗn, a sabiendas del estado precario en que funcionan los dos hospitales principales de Arequipa: el Honorio Delgado y el Goyeneche.
Italia ya estĆ” pasando por eso. Con las medidas de contenciĆ³n sobrepasadas, sus nosocomios estĆ”n al borde del colapso por la cantidad de pacientes. Las condiciones ideales de atenciĆ³n quedaron rebasadas y obligaron a la atenciĆ³n de pacientes en pasillos y salas de espera. Algo parecido a los centros de salud de nuestro paĆs.
ĀæModelo chino contra el coronavirus?
En la comparecencia, el alcalde se mostrĆ³ como un ferviente admirador de la gestiĆ³n que el gobierno de China tuvo para el coronavirus. En reiteradas oportunidades, pidiĆ³ que el estado peruano entre en contacto con el paĆs asiĆ”tico y pida ayuda para resolver el brote.
No obstante, no se trata de un escenario aplicable por completo a PerĆŗ. La contenciĆ³n realizada por China se centrĆ³ en aislar una ciudad de 11 millones de habitantes y paralizar la mayorĆa de sus fĆ”bricas por varios dĆas. Medidas drĆ”sticas que no corresponden a la etapa inicial del brote que enfrentamos. AĆŗn asĆ, si cabrĆa el buscar convenios para obtener medicaciĆ³n, insumos y hasta asesorĆa mĆ©dica.
Evitar extremos
En el polo opuesto, la histeria se abriĆ³ paso entre redes sociales y aplicaciones de mensajerĆa. La maƱana del jueves, algunos pobladores en Arequipa y otras ciudades del PerĆŗ se entregaron a la especulaciĆ³n. Ya sea con carritos de supermercado o carretillas de campo ferial, se abalanzaron a comprar productos sin ton ni son.
Los anaqueles de papel higiĆ©nico, alcohol y en gel y jabĆ³n lĆquido antibacterial acabaron vacĆos. Mientras que otros tantos productos de pan llevar corrieron similar suerte. Colas eternas aguardaban atenciĆ³n en las ventanillas de los centros comerciales. Todo esto con solo dos casos confirmados en Arequipa.
Entonces, Āælas autoridades estĆ”n calmando a la poblaciĆ³n de forma correcta? Al parecer no.
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