Hablar de sanitarios, hoy en dĆa (en Ć©poca de pandemia, guerra y crisis alimentaria), puede resultar banal; pero, hace unos dĆas, el tema cobrĆ³ notoriedad internacional gracias al Congreso de nuestro paĆs. A nuestros legisladores no se les ocurriĆ³ mejor idea que rechazar que Lima sea la sede del 52 perĆodo de sesiones de la Asamblea General de la OrganizaciĆ³n de los Estados Americanos (OEA), debido a que entre los requerimientos para esta actividad figuraba un baƱo neutro.
Cabe aclarar que se trata del pedido de un baƱo adicional; es decir, que no afectaba el funcionamiento de los baƱos diferenciados. Pero, para los congresistas el problema era otro: un supuesto intento del organismo internacional de alterar el orden jurĆdico interno en favor de eso que insisten en llamar āideologĆa de gĆ©neroā. Recordemos que, para los conservadores, esta llamada āideologĆaā es un plan de homosexualizaciĆ³n a nivel planetario. Con lo que, un baƱo neutro vendrĆa a ser algo asĆ como una cĆ”psula de conversiĆ³n. Pero, vamos por partes: ĀæquĆ© es un baƱo neutro?
Un baƱo neutro es el tipo de servicio higiĆ©nico que existe en las casas; es decir, que puede utilizarlo por cualquier persona, independientemente de su sexo. Por supuesto que, en el Ć”mbito pĆŗblico la cosa cambia, pues no es lo mismo compartir un espacio tan privado con personas desconocidas. Pero, aun asĆ, se hace; por ejemplo, en los aviones o buses con urinario. En efecto, la experiencia no es grata, ni aĆŗn en las mejores condiciones de higiene. Del mismo modo, los baƱos pĆŗblicos diferenciados suelen ser espacios en donde las personas trans o no binarias pueden sentirse atacadas u hostigadas. De allĆ que organismos que protegen los derechos humanos, recomienden la implementaciĆ³n de baƱos neutros que, como en todo, son para uso de quienes lo requieran y no una obligaciĆ³n para quien no lo necesite.
Luego del ridĆculo internacional que protagonizĆ³ el Congreso peruano, por su negativa, tuvo que recular y aceptar la realizaciĆ³n del evento en nuestro paĆs; no sin antes incluir una observaciĆ³n sobre los dichosos baƱos. Este episodio dice mucho sobre la visiĆ³n que los conservadores tienen de la heterosexualidad: una orientaciĆ³n que puede cambiar de rumbo al menor descuido. Antes fue el uso de un mandil rosado, luego fue la escena de un fugaz beso lĆ©sbico en el cine, hoy es la implementaciĆ³n de baƱos para personas trans. QuĆ© mĆ”s surgirĆ” maƱana que ponga en riesgo la frĆ”gil sexualidad de quienes dicen estar defendiendo el āorden naturalā.
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