
Inés Huacho, una joven de 26 años que convivía con Sebastián Huamán Mendoza, de 41 años, falleció en su vivienda el último martes, en el alejado distrito de Cayarani, provincia de Condusuyos. Para las autoridades, su muerte podría tratarse de un nuevo caso de feminicidio en Arequipa. De comprobarse, vendría a ser el noveno caso que se produce en el último año.
Y es que las primeras evidencias recogidas sobre su deceso así lo señalan. Después que su conviviente, Sebastián Huamán, reportó la muerte de Inés a la policía, los efectivos llegaron a su vivienda.
Lo que encontraron no concordaba con lo que Sebastián Huamán había dicho en un principio. Él señaló que Inés había caído y como consecuencia del golpe falleció instantáneamente.
Sin embargo, los efectivos que vieron el cuerpo encontraron hematomas que no correspondían solo con una caída. Carlos Urbina, jefe de Orden y Seguridad de la PNP en Arequipa, señaló que Inés presentaba un hematoma grande a la altura del ojo. También tenía rastros de haber sido golpeada en otras partes del cuerpo.
Según su conviviente, ella había sufrido un ataque de epilepsia que le provocó la caída. Empero, cuando la policía quiso corroborar esa información en el centro de salud, Inés no figuraba como paciente.
En cambio, se comprobó que su conviviente tenía antecedentes por violencia familiar. Por lo tanto, ante la inconsistencia de su versión, la policía lo detuvo preliminarmente mientras se investiga las causas que originaron la muerte de Inés.
El lugar donde se produjo este presunto feminicidio es bastante alejado, por lo que recién hoy un equipo de peritos de la Policía de Arequipa estaría llegando para certificar su muerte y realizar las investigaciones. Así mismo se hará presente un equipo de la Fiscalía.