En 1940 Arequipa vivía el apogeo y grandeza de su condición de eje regional del sur con los flujos del comercio, del ferrocarril, de su puerto, de las nuevas carreteras, de los vuelos de avión y de las comunicaciones telegráficas y telefónicas. Sus artistas e intelectuales, sus profesionales, sus variados artesanos conocían también momentos estelares en sus respectivas actividades.
Con todo ese panorama, sobraban los motivos para celebrar el IV Centenario de su fundación y Arequipa lo hizo por todo lo alto y hasta en dos ocasiones, agosto y octubre, en ese memorable año de 1940. Cabe resaltar que en 1940 se produjo un cambio notorio en las fiestas de la ciudad: hasta ese año las fiestas de Arequipa prácticamente pasaban desapercibidas, los periódicos solían publicar algunos artículos alusivos y, como en la mayoría de pueblos de influencia hispánica, solo con actos religiosos se celebraba a la patrona religiosa de la ciudad que es la Virgen de la Asunción, popularmente llamada la Virgen de la Asunta.
Hasta ese año las fiestas populares, con verbenas, castillos, desfiles, ferias agropecuarias y artesanales, etc., se realizaban en las Fiestas Patrias, es decir el 28 de julio y días más próximos, pero el 15 de agosto nada de esas celebraciones populares y cívico militares.
Desde 1947, en la alcaldía de Pedro P. Díaz, se instituyó “La Semana de Arequipa”, para conmemorar y festejar un aniversario más de la fundación de la ciudad. El 14 de agosto de 1947, por la tarde, se realizó un desfile cívico con el acompañamiento de al- gunos carros alegóricos por las calles céntricas de la ciudad. Este desfile debe considerarse como el antecedente del Corso que hasta hoy en día se realiza por las Fiestas de Arequipa. Finalmente, es de destacar que en los años que siguieron al de 1940, las celebraciones de las Fiestas de Arequipa siguieron siendo brillantes y principalmente de un carácter cívico. En 1947, en la alcaldía de Pedro P. Díaz, se instituyó “La Semana de Arequipa”. Con el paso de los años “La Semana de Arequipa” quedó corta, pues a fines del siglo veinte se festejaba la fundación de nuestra ciudad todo el mes de agosto, con el eslogan de “En agosto Arequipa es fiesta”. En los años más recientes el Programa Oficial de las Fiestas de Arequipa que elabora, publica y lleva a cabo la Municipalidad Provincial, se realiza en los meses de julio, agosto y setiembre.
Juan Guillermo Carpio Muñoz
Texao. Arequipa y Mostajo. La Historia de un Pueblo y un Hombre
Tomo VIII. Pág.8 – 21