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¿Dónde quedaba, o queda el Puente del Diablo?

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Como lo anoto en la Cronología de este tomo, en setiembre de 1929 se cambió el nombre al Puente del Diablo. ¿Dónde quedaba, o queda el Puente del Diablo? ¿Cuántos puentes del diablo tuvo Arequipa? Yo que en mi niñez y juventud fui vecino del Puente del Diablo, que estaba sobre la lloclla de Chullo y enlazaba a los distritos de Cayma con Cerro Colorado al final de la Avenida del Ejército, más allá de la Clínica San Juan de Dios, escuché que en ese paraje y sobre la misma lloclla, a principios del siglo XX un señor apellidado Valencia y apodado el “Cuchi Ccoro” levantó un angosto puente rústico con troncos, cabuyas y alambres que la gente conoció como el Puente del Diablo.

Después, cerca de mediados del siglo dicho, se hizo, al lado del puente rústico, un puente de concreto armado que pasó a llamarse también el Puente del Diablo, como parte de la carretera al aeropuerto y a Yura. El nombre de este puente de concreto bautizaba a mi barrio de juventud
como el del Puente del Diablo. Dicho sea de paso, yo vi cómo una formidable entrada de lloclla se llevó ese puente de concreto una lluviosa tarde de fines de los años 50 y no se llevó el viejo y rústico hecho por el “Cuchi Ccoro” que prácticamente ya nadie empleaba. A propósito de la llegada del Papa Juan Pablo II (febrero de 1985) se le cambió de nombre al de Juan Pablo II.

Pero, resulta que Arequipa tuvo un Puente del Diablo mucho más antiguo: en la garganta más estrecha del Chili que queda en Chilina, al lado del que fue Monasterio de Santa Luisa de Chilina y que hoy, restaurado, engrandecido y modernizado, es la Casa de Retiros Santa Luisa que tiene el arzobispado.

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Es muy posible que sobre esa estrecha garganta del río se levantara en tiempos prehispánicos un puente colgante que habría sido el puente más antiguo de estos parajes que hoy llamamos Arequipa, al que ya llegados los españoles se le llamó el Puente del Diablo, posiblemente se le puso ese nombre en el proceso de extirpación de idolatrías. Allí, ya en época hispánica, se levantó uno de sillar y calicanto que conservaba popularmente el diabólico nombre. En 1929 se le cambió el nombre a este Puente del Diablo, por el de Travada, en homenaje al autor del libro con el título más galante sobre nuestra tierra: “El suelo de Arequipa convertido en cielo”. Como la propuesta que se aprobó no tiene pierde se las transcribo:

“El Concejal que suscribe, considerando. Que es conveniente dar un nombre que tenga significación para Arequipa al puente cuya restauración ha llevado a cabo el Concejo y que pone en comunicación el Distrito de Miraflores con el nuevo Camal. Que el historiador Travada ha conservado el recuerdo de que dicho puente fue el primero que construyeron los conquistadores españoles; levantándolo en el sitio donde los Incas tuvieron tendido otro de paja.

Y que por la antigüedad de ese puente colonial, el nombre que mejor le cuadra es el de “Puente Travada” rindiendo así homenaje a la memoria de tan esclarecido hijo de Arequipa que este reputado de la historia de nuestra ciudad; y Que Arequipa debe gratitud a Travada por la interesante obra que le consagró escrita a mediados del siglo XVIII y que hasta hoy sirve de fuente de consulta a los investigadores; estando su mérito reconocido por los historiógrafos nacionales pasados y presentes.

Propone: 1. Dar el nombre de Puente Travada al conocido hoy con el nombre impropio de puente del Diablo. 2. Colocar el nuevo nombre en una placa de fierro sostenida en forma apropiada en el punto más conveniente de la estructura. 3. Autorizar a la Inspección respectiva para el gasto que demande lo anterior. Pide dispensa de trámites y la publicación de esta proposición para que el público conozca los motivos de la nueva denominación. Arequipa, 6 de agosto de 1929. Juan Guillermo Bedoya”. (El Pueblo 26 de Setiembre 1929).

Juan Guillermo Carpio Muñoz
Texao. Arequipa y Mostajo. La Historia de un Pueblo y un Hombre
Tomo VI. Pág. 158

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