La crisis política ha desviado la atención de las autoridades nacionales, quienes ignoran la grave situación en Apurímac, Cusco y Puno. Más de 20 incendios forestales se están produciendo en las provincias de Andahuaylas, Abancay, Chincheros y Grau de Apurímac. Bomberos como autoridades poco o nada pueden hacer por la falta de recursos y difícil acceso a las zonas.
En las últimas horas el profesor Raúl Ustua Fernández murió al quedar atrapado en medio del fuego, al intentar apagar las llamas que se acercaban a su casa. Con él son tres las víctimas mortales en medio de estos incendios. Según el responsable de Defensa Civil de Coyllurqui, Wilson Chávez, el incendio forestal ya acabó con más de 700 hectáreas de cobertura vegetal, matando animales silvestres y de granja a su paso.
El Gobierno Regional de Apurímac solicitará al Consejo Regional que se declare el estado de emergencia ante la gravedad de los incendios.
En Cusco la situación es parecida, los incendios en las provincias de Chumbivilcas y Canchis han provocado víctimas fatales y graves pérdidas de fauna y flora. Juan Huanca de 60 años padeció un triste final al ser alcanzado por las llamas en su casa en el sector de “Hattac Wayqqo” de la comunidad de Huantura, ubicada en el distrito de Combapata. Murió calcinado junto a sus 30 ovejas.
Mientras que en Chumbivilcas, un incendio forestal afectó severamente la reserva “Pfullpuri Puente Ccoyo”, provocando la muerte de un número indeterminado de vicuñas. Precisamente este 15 de noviembre, que se celebra el Día Nacional de la Vicuña. Las autoridades también están solicitando que se declare la región en estado de emergencia.
Animales y cosechas mueren de sed
La ola de calor que provoca estos incendios, afectó las reservas naturales de agua. En Puno se ha informado que se perdió la siembra de quinua orgánica por completo. Junto a la pérdida de la siembra de la quinua, por ausencia de lluvias, se han perdido también las siembras de oca, izaño, olluco.
En octubre se ha soportado olas de calor de 18°C, 19°C a 20°C. Estos primeros días de noviembre se vive las mismas temperaturas. La crisis ha obligado a los comuneros a pedir un milagro y de rodillas imploran presencia de lluvias pronto en la región.
Estas plegarias también se han hecho en Apurímac, ya que la laguna de Cconchaccota se ha secado. Sin embargo, hace unas horas parece que sus ruegos han sido escuchados y una fuerte lluvia ha caído en algunas zonas del departamento.
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