La cuarentena por la pandemia del covid-19 fue muy agresiva, especialmente con las personas de bajos recursos. En aquellos días, la esperanza representaba el mayor capital para las familias que vivían el día a día en Arequipa.
Fue un 16 de marzo de 2020 que inició la cuarentena estricta dictada por el gobierno de Martín Vizcarra. La necesidad económica empezó a aflorar entre la población que no podía salir a trabajar. A raíz de esto, personas con un alto sentido de solidaridad decidieron emprender iniciativas de ayuda social.
Uno de los casos más notables fue la formación de la Cadena Solidaria Iveth Bravo Cateriano. Esta iniciativa se formó un martes 21 de abril de 2020 a partir de la voluntad desinteresada de dos gastrónomos: Richard Bravo Cateriano y William que vivía en San Francisco (EE.UU.). Justamente, el nombre de la cadena solidaria se da en memoria de la hermana de Richard Bravo Cateriano, quien fallece en España el 18 de abril de 2020. Ambos inician con su propio capital ahorrado, a pesar que la pandemia también los había afectado económicamente. Posteriormente, la labor que realizaron impulsó a que otras personas e instituciones colaboraran.
A esta iniciativa también se une Cynthia Valdivia, hija de la fundadora de la picantería Laurita CauCau. Además, se unió el padre Richard Bolaños Dongo, de la parroquia Santísima Cruz de Acequia Alta. Y miembros de la Policía Nacional del Perú y del programa Barrio Seguro que facilitaron el transporte, ante las restricciones que estaban vigentes en aquel momento. Ellos lograron preparar por lo menos 50 almuerzos diarios, y este es el comienzo de una de las historias de solidaridad que nació en medio de la pandemia.
Trascendencia de cadena solidaria en Arequipa
Durante la existencia de la cadena solidaria, que duró los primeros meses de la cuarentena estricta, antes de flexibilizarse las medidas de bioseguridad, se logró preparar más de 5 mil almuerzos. Además, se entregó un aproximado de 200 canastas con productos esenciales, e incluso se gestionaban medicamentos, balones de oxígeno, y preparaban kits de desinfección para las personas de bajos recursos.
Los alimentos fueron repartidos en asilos de ancianos, albergues de niños y asentamientos humanos. Por ejemplo, entre los lugares donde llevaron esperanza está el albergue Casa Hogar El Amor de Dios en Cerro Colorado, la Casa Hogar San Mateo en Miraflores, el albergue Casa Verde en Cayma, el Amor de Dios en Pachacútec, Casa Hogar Los Obedientes en Characato.
La cadena solidaria logró tal alcance que hasta figuras deportivas reconocieron la gran labor que realizaban en aquellos momentos adversos. Es el caso de Hernán Pellerano, Alexis Arias, Othoniel Arce y Omar Tejeda, miembros del FBC Melgar de Arequipa en aquel momento.
“Lo que hicimos, lo hicimos por el acto de dar, más no de recibir”
Gastrónomo Richard Bravo Cateriano.
Richard Bravo Cateriano continúa con su pasión, que es la gastronomía. Actualmente lo hace en el restaurante La Recova de la calle Santa Catalina, en el Centro Histórico de la ciudad. A pesar de que la pandemia fue superada, aún recuerda la labor que se realizó en aquel momento, y lo importante y significativo que fue iniciar esta cadena solidaria.
Síguenos también en nuestras redes sociales:
Búscanos en Facebook, Twitter, Instagram y además en YouTube
