Los 133 cardenales iniciaron el día con una oración a las 9 de la mañana (2 de la mañana en Perú), y luego de la primera votación de las 10:30 en la que no se logró consenso, se realizó el segundo escrutinio cerca al mediodía, tras el cual, la fumata negra indicaba que no se ha elegido aún al sucesor del Papa Francisco.
En el Vaticano, la jornada de este jueves puede ser decisiva para el Conclave 2025, donde se elegirá al sucesor de San Pedro número 267.
Lo que sigue entonces, son cuatro rondas de votos más, según lo programado en el Cónclave, esperando una posible fumata blanca al anochecer.
Cómo se sabe, el Cónclave sigue una estructura rigurosa de tradiciones centenarias y normas dictadas por la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, promulgada por Juan Pablo II.
¿Cómo es la elección de un Papa?
El proceso tiene tres fases: pre-escrutinio, escrutinio y post-escrutinio. En las tres las que ya eran estrictas condiciones de confidencialidad, ahora se han incrementado.
En el pre-escrutinio, se distribuyen papeletas y se sortean públicamente los nombres de nueve cardenales: tres escrutadores, tres infirmarii (recogen los votos si hay casos de enfermedad), y tres revisores. Esta elección la realiza el último cardenal diácono presente.
Durante el escrutinio, cada cardenal escribe en la papeleta Eligo in Summum Pontificem, en secreto, el nombre de su candidato. Plegada, la lleva al altar y la deposita en la urna tras pronunciar un juramento solemne: “Chiamo a testimone Cristo Signore…”. Se recogen y cuentan todas las papeletas y, si no se alcanza el quorum, se pasa a otra votación.
En la última fase se verifica y registra los resultados, y si es necesario, al final de la sesión se destruyen las papeletas. Todos los participantes del Conclave, médicos, administrativos, ascensoristas, han jurado guardar el secreto absoluto, bajo pena de excomunión automática (latae sententiae).
Asimismo, está prohibido el uso de celulares, grabadores o cualquier medio de comunicación: el aislamiento es total hasta que se anuncie al sucesor del Papa Francisco.
Curiosidades de los cónclaves
El cónclave más corto de la historia de la Iglesia Católica fue el de 1503 que duró menos de 10 horas, tras la muerte del Papa Pío III, quien tuvo un pontificado sumamente breve.
Pero el proceso tradicionalmente puede durar días o incluso semanas, según la dificultad para alcanzar el consenso.
El cónclave más largo fue el que duró casi tres años, entre 1268 y 1271, celebrado en la ciudad de Viterbo, Italia. Este hecho sin precedentes se debió a las profundas divisiones que existían entre los cardenales.
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