Arequipa se convirtió en el escenario de una pesadilla para una familia que solo estaba de paso. Lo que comenzó como una escala en un viaje familiar, terminó con el hallazgo sin vida de Carlos Eduardo Huaranga Chayña. Un ingeniero de minas de 39 años, cuyo caso sigue bajo una intensa investigación.
Carlos Eduardo había llegado a Arequipa un viernes por la tarde junto a sus padres. Su destino final era Puno, pero una invitación inesperada para una reunión de amigos del colegio cambió el rumbo de los acontecimientos. Con la tranquilidad de quien va a un encuentro cordial, se despidió de su madre prometiendo regresar al hotel en la madrugada. “Estaba tranquilo, no había nada extraño”, recuerda su progenitora entre lágrimas. Esa sería la última conversación.
Cuando las horas pasaron y su teléfono dejó de responder, la preocupación se instaló en la familia. La búsqueda desesperada los llevó hasta una vivienda en el jirón Cahuide del distrito Cerro Colorado, donde se había realizado la fiesta.
Allí, las versiones que recibieron fueron confusas: amigos y los dueños de casa sugirieron que Carlos Eduardo se había retirado con una mujer. Una pista que solo aumentó la angustia y resultaría ser falsa.
El macabro hallazgo en la cisterna
La desesperación los llevó a seguir cualquier indicio, incluso la recomendación de un familiar que les sugirió consultar a una vidente. Fue este impulso el que los hizo regresar a la misma vivienda, esta vez con un mayor despliegue policial. Durante la inspección, la hermana del ingeniero notó una pesada tapa metálica en el baño. Al levantarla, con ayuda, el panorama más temido se hizo realidad: el cuerpo de Carlos Eduardo yacía en el interior de la cisterna.
“El peso de esa tapa hace imposible que él haya caído solo. No fue un accidente”, afirma su madre con la voz quebrantada. La familia enfatiza la imposibilidad de un accidente, señalando también la desaparición del iPhone del ingeniero. Esto impidió su localización mediante GPS. Estas circunstancias han levantado serias sospechas sobre las versiones iniciales y la diligencia de las primeras pesquisas.
Ahora, la familia clama por justicia, cuestionando la indiferencia que percibieron en las primeras horas de búsqueda. Mientras la Fiscalía y la Policía Nacional de Arequipa profundizan la investigación con dos personas detenidas. La familia Huaranga Chayña se prepara para un viaje de regreso a Lima con el cuerpo de su hijo, exigiendo que la verdad salga a la luz en un caso que ha conmocionado a la comunidad arequipeña.
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