Según argumentó el magistrado, no hubo apercibimiento previo, aunque sí admitió que la procesada no debió reunirse con Miguel Torres ni con Lourdes Flores Nano
Ella se hizo presente en el juzgado y fue inmediatamente conducida a la carceleta del Poder Judicial. Su abogada Guilliana Loza y su esposo Mark Vito deploraron la decisión