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Si dejáramos de repetir estas afirmaciones que, a nada conducen, tal vez podríamos aproximarnos a una comprensión y distensión del conflicto que amenaza incendiar Arequipa, por pura tozudez.
Comencemos por algunos mitos:
- Es una minoría la que se opone al proyecto. Si así fuera, en un pueblo de 7 mil habitantes, 4,500 policías con apoyo del Ejército habrían restaurado el orden; además, incluso las encuestas de Ipsos dejan ver esta verdad irrefutable. Los que están a favor, serían un poco más de las 15 familias refugiadas en Arequipa.
- Tenemos un Ministro del Ambiente. Javier Pulgar Vidal es un activista de la minería como tooooodas sus declaraciones lo evidencian. No es ilícito, pero con esas convicciones no puede conducir esa cartera; tal vez sí la de Energía y Minas. Es como si pusiéramos a un fundamentalista musulmán, a cargo del ministerio de la Mujer.
- Los opositores son “terroristas antimineros”. Este tip psicosocial, creado por Carlos Raffo, no es una categoría sociológica que se pueda tomar con seriedad. La protesta transcurrió con normalidad hasta que el gobierno y su falta de criterio permitieron que algunos extremistas encontraran terreno libre para operar. Y la oposición no es a la minería, sino a la minera Southern operando en el Valle de Tambo, concretamente.
- El segundo EIA de Southern es perfecto. Esta es una discusión técnica que debe darse, pero partir de esta premisa es la receta perfecta para no llegar a ninguna parte, porque el problema principal es que, así lo fuera, nadie le cree una sola palabra al Ministerio de Energía y Minas, debido a su comportamiento presente y pasado, por lo que tiene que ser revisado, o desechado.
Y entre las medias verdades, mejor elaborar otro discurso que éste no engaña a nadie:
- Todos los dirigentes son unos “lentejeros”. Los pepeaudios no dejan lugar a dudas en relación a Pepe Julio Gutiérrez, pero la generalización, además de ilógica, en este caso tiene una evidencia en contra. Si todo ya estaba arreglado como se dice en el quinto audio, ¿por qué el paro no se levantó? Gutiérrez no consiguió convencer a todos de levantar el paro y por ello no solo no recibió sus lentejas, sino que lo echaron.
- Todos tienen derecho a protestar pero sin tomar carreteras. De nuevo, eso sólo es la teoría, pues no existe en nuestro Perú ni un solo caso de conflicto social que no haya sido atendido sólo después de la toma de una carretera. Miles de protestas pacíficas por calles que no sean las de la Gran Lima, podrían transcurrir durante décadas sin que pase nada.
- El gobierno no va a imponer un proyecto por la fuerza. En teoría, pero en realidad lo está haciendo a través del estado de Emergencia y de su Mesa de Desarrollo que tiene por objetivo “explicar” las bondades del proyecto cuyo EIA “no será revisado”, han vuelto a reiterar.
- No es necesaria la licencia social. No está reconocida legalmente, pero en la práctica, sin ella, la viabilidad de un proyecto pende de un hilo por lo que mejor sería institucionalizar la consulta popular que sí se la otorgaría. Así, probablemente, se destraban la mayor parte de proyectos detenidos por conflictos pues eso obligará a las empresas a actuar con responsabilidad y generosidad.
Solo cuando se destierre estas mentiras flagrantes, cuando los involucrados se decidan a practicar el perdón y la reconciliación con sus vecinos, se podrá hablar de solución en el caso Tía María.
