Los tiempos pasan, las generaciones mueren y Arequipa permanece. La Ciudad Blanca lleva a sus espaldas 482 años de historia tras su fundación española y se acerca poco a poco a la barrera del quinto centenario de existencia.
La última velita centenaria que apagó nuestra patria chica nos remonta a 1940, cuando su celebró su cuadrigentésimo aniversario. Por aquel entonces, dos acontecimientos ensombrecieron unas celebraciones más que merecidas.
Un terremoto remeció Lima en mayo del mismo año, con saldo más de mil muertes. Mientras que, en el ámbito internacional, el mundo vivía los albores de una Segunda Guerra Mundial que apenas bosquejaba los horrores orquestados por Adolf Hitler y el nazismo.
Ese 15 de agosto, las actividades pasaron más por conmemoraciones que por festejos. Las celebraciones principales recién tuvieron lugar un 12 de octubre, con la llegada del presidente Manuel Prado. En cinco días se programaron 55 actividades con varias inauguraciones de obras que persisten hasta la fecha. Se cortó la cinta del Teatro Municipal, se entregó el Estadio Melgar, el barrio del IV Centenario, el puente de Tingo, entre otros. Asimismo, se anunciaron futuros trabajos como el Coliseo Municipal y complejos de vivienda, e incluso se empezó a hablar de obras como la Variante de Uchumayo. Avances que permitieron que la villa de Arequipa empiece a consolidarse como la ciudad que conocemos…
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