"Y el monje Torquemada les había dicho que crecía en el huerto del demonio. El único valor tangible que ellos apreciaban hasta el delirio era el oro de esas tierras"
"La matanza de seres humanos por los conquistadores fue tan espantosa que el monje sevillano Bartolomé de las Casas, horrorizado, pese a haber recibido él mismo un repartimiento en Santo Domingo y otro en Cuba, consagró en adelante su vida a denunciarla"