Hace una semana, durante una misa por la Virgen de la Candelaria en Puno, el obispo de dicha diócesis, monseñor Carrión Pavlich, levantó gran polvareda. El prelado advirtió que «solicitaría a la UNESCO que retire el título de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad a la festividad Virgen de la Candelaria, ya que los danzarines de trajes autóctonos no dejaron de danzar en el momento en que se realizaba la misa».[1]
El prelado hizo la advertencia porque mientras la imagen de la Virgen era trasladada hacia la Catedral de Puno, los bailarines de danzas vernáculas continuaron danzando, ignorando la presencia de la Virgen. Según el religioso, no se puede adorar bailando. En síntesis, expresó de modo enérgico su malestar por lo que considera una progresiva pérdida de devoción hacia la Virgen. Luego, justificó su reacción insistiendo que estaba preocupado por los cambios recientes en la celebración. Una vez más, el obispo de Puno ha protestado por la creciente espectacularización de la festividad en detrimento de la devoción católica.
Se puede detectar al menos dos aspectos en la incomodidad del obispo. Por un lado, una confrontación desde hace casi una década con la asociación que representa a los danzantes, llamada Federación Regional de Folklore y Cultura de Puno (FRFCP), por la manera en que se han venido comportando las comparsas que celebran la festividad. Así, en el 2014 el obispo hizo pública una discrepancia con la FRFCP por el cambio de recorrido de las comparsas, en tanto aquél ya no coincidiría con la procesión de la Virgen,[2] y los artistas no podrían presentarle su saludo.
Por otro lado, y en un nivel más profundo, persiste un desacuerdo entre el obispado y los demás participantes sobre el simbolismo de la festividad que es la esencia y valor principal para determinar el reconocimiento de la Unesco; para el obispo, es la virtud de la Candelaria para reunir a decenas de miles de devotos católicos. En cambio, para otros participantes principales de la festividad, el reconocimiento se basa en el sincretismo del cristianismo con las creencias populares ancestrales sobre la Pachamama, y que la Virgen de la Candelaria es una continuidad del culto andino a la tierra.
Esta discrepancia se expresó de modo tajante durante el propio proceso de elaboración del expediente de la Unesco, modelado por el Ministerio de Cultura. Al respecto, el obispo deslindó explícita y categóricamente el significado de la devoción a la Virgen en una carta a la Dirección Regional del sector:
“Es deber señalar que la Iglesia jamás identificó el culto a la Virgen con la Mamapacha o Pachamama. Esta identificación es popular y, actualmente, promovida por muchos indigenistas. […] Lo mismo sucede con las celebraciones litúrgicas de la Iglesia. Estas no pueden equipararse a expresiones folklóricas o de costumbre [ancestral]. Pues tienen su razón en convicciones de permanencia en la fe.[3] (Énfasis agregado).
Incluso en el propio proceso de redacción del formulario de Unesco, el obispo insistió en que no participaría en su elaboración si no se reconocía la primacía del elemento católico en la festividad.[4] Finalmente, el obispo logró que el expediente nombre en primer lugar la devoción religiosa como uno de los significados de la Fiesta de la Candelaria, pero no pudo evitar que también en dicho documento se mencione la confluencia en este símbolo de interpretaciones populares de origen andino ancestral.[5]
Las declaraciones públicas hechas estos días por los participantes principales de la festividad han mostrado que persiste entre ellos una abierta discrepancia sobre el verdadero significado de la festividad. Por tanto, no se cumple una condición fundamental de la Unesco: el consenso de los participantes sobre el sentido de la fiesta. Así, la declaratoria partió de percepciones culturales muy dispares. Pero fue la Unesco, a través de los funcionarios del Ministerio de Cultura, la que finalmente impuso un instrumento de consentimiento a través de una dinámica de gobernanza internacional, y el sector Cultura construyó la forma final del expediente según los requisitos de la Unesco, forzando una unidad artificial de sentidos y subjetividades disímiles:
Estos múltiples significados entran en conflicto al momento de verse situados en un proceso de patrimonialización, puesto que la manera por la cual la práctica se presenta en el expediente constituye un discurso oficial sobre la Festividad de la Virgen de la Candelaria, legitimado por un Estado y por sus portadores. […] La conformación del Comité de Nominación se dio a partir de esa tensión que existía entre las interpretaciones plasmadas por los funcionarios del Ministerio de Cultura y las que mantienen los portadores sobre su propia festividad. Por ello, se asumió la tarea de elaborar un discurso oficial de la práctica a partir de las distintas miradas que habían sido convocadas a participar.[6]
En conclusión, siguiendo dentro de la lógica de la gobernanza internacional de la Unesco sobre declaratorias de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el Ministerio de Cultura debe hacer un trabajo más profundo con los principales participantes en la Festividad de la Virgen de la Candelaria, para conciliar las distintas visiones sobre su significado y lograr que todos los actores involucrados compartan el discurso oficial sobre los alcances de la declaratoria. En cambio, si los actores deciden rebelarse de manera radical contra este discurso oficial (y más ampliamente, contra las dinámicas de gobernanza cultural de la Unesco), se debería excluir de la declaratoria la visión de la Diócesis de Puno.
Por : José A. Lloréns (Publicado en Noticias Ser)
***
[1] Recuperado el 02/02/2020 de <https://diariocorreo.pe/edicion/puno/obispo-amenazo-con-pedir-unesco-que-retire-titulo-la-candelaria-en-puno-931428/?fbclid=IwAR0VwUHdN2-IsbPfyS7WwSZtEeCKj6HF9s_n0TrjRScDglENyX3QlFIrCEI>
[2] Véase al respecto: «La polémica por el recorrido de la Parada y Veneración de la Candelaria en Puno», artículo de opinión de Noticias SER. 16 de enero, 2014, en: http://www.noticiasser.pe/opinion/la-polemica-por-el-recorrido-de-la-parada-y-veneracion-de-la-candelaria-en-puno. Recuperado el 06 de febrero, 2020.
[3] Tomado de Arenas, L. Disputas, consensos y usos del «patrimonio». Tesis de Licenciatura en Antropología, PUCP 2016:127.
[4] Actas oficiales de las reuniones de proceso de confección del expediente para la Unesco. <https://ich.unesco.org/doc/src/20386.pdf>, recuperado el 06 de febrero, 2020.
[5] Véase «Nomination File Nº 00956» (noviembre 2014). Recuperado el 07 de febrero, 2020, de <https://ich.unesco.org/es/RL/la-fiesta-de-la-virgen-de-la-candelaria-en-puno-00956>
[6] Arenas, obra citada:123, 124.
[banner id=”117862″]
El Búho, síguenos en nuestras redes sociales:
Búscanos en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube