Dramáticas escenas protagonizó Keiko Fujimori junto a Mark Vito al momento de ser conducida, nuevamente, a prisión.
A las 5 y 48 minutos de esta tarde, el juez arequipeño Víctor Raúl Zuñiga Urday, terminó de leer su fallo, luego de unas 7 horas. Determinó que la lideresa de Fuerza Popular debe permanecer en prisión por el lapso de 15 meses. La fiscalía había pedido 18 meses de prisión preventiva para evitar que obstruya la investigación por lavado de activos que la realizan.
En las afueras del juzgado, un grupo de simpatizantes, protestaba contra la medida apenas se difundió la noticia. La prensa, en gran número puso al centro de sus imágenes a la pareja. Keiko Fujimori soltó algunas lágrimas. Ella había estado 2 meses en libertad, luego que el Tribunal Constitucional ordenara su liberación a fines de noviembre. Antes de acudir al juzgado dejó un video grabado que se difundió hace minutos (ver nota aparte).
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El magistrado Víctor Zúñiga consideró que existen graves y fundados elementos de convicción vinculados al lavado de activos contra la hija mayor de Alberto Fujimori.
El magistrado también indicó que existe sospecha grave que Keiko Fujimori sabía y habría ordenado que los falsos aportantes declaren falsamente.
En virtud de la prognosis de 15 años de prisión que le correspondería a Keiko Fujimori por los delitos que se le imputan, el juez opinó que se cumple con el segundo presupuesto de la prisión preventiva.
El juez Zúñiga indicó en su resolución que se cumplen los dos primeros presupuestos para dictar una prisión preventiva contra Keiko Fujimori. El pedido fue sustentado por el fiscal José Domingo Pérez quien, sin embargo, no estuvo en la audiencia.
Las razones
Respecto al ilícito, según la resolución, se concluyó que el partido fujimorista no declaró el ingreso de más de 3 millones de soles en la campaña electoral del 2011, cuando reportó que había recibido un total de 17.45 millones.
También encontró indicios sobre que el partido buscó aportantes falsos para justificar sus ingresos, como revelaron al menos dos testigos: el excongresista Rolando Reátegui y el sobrino del exministro Jaime Yoshiyama, Jorge Yoshiyama. Se buscaba ocultar el origen de los aportes
Respecto a la posibilidad de obstrucción de la justicia por parte de la propia Keiko Fujimori, refirió que los abogados del estudio Arsenio Oré Guardia contactaron a falsos aportantes para que den versiones falsas.
ante la fiscalía.
Respecto a los arraigos, Zuñiga dijo que la acusada no tiene arraigo laboral, pues en el presente caso no se cumple la condición básica que el trabajo dignifique a la persona. El trabajo en Fuerza Popular, considerando los delitos imputados, no aplica.
Mientras que el arraigo domiciliario no fue considerado “de calidad”, ya que no cuenta con vivienda propia y no precisamente por falta de recursos.
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