#Hace20Años Desgano final en la víspera de Elecciones 2001: el reinado del ‘menos malo’

Pocos días antes de la Elecciones Generales que se convocaron tras la huída del reelecto Alberto Fujimori, los candidatos a la presidencia más destacados erna Alejandro toledo, quien ya comenzó a despintarse, y Alan García. Aquí el análisis

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El 30 de marzo del 2001 se publicó la edición N° 43 de El Búho. Aquí se realizó un análisis de cómo se perfilaba la percepción de los votantes para las elecciones presidenciales y congresales de aquel año. Nada distinto al malestar actual del ciudadano, que debe verse obligado a votar por candidatos que no sienten que los representen.

Elecciones 2001 en semanario El Búho.

La calle es, literalmente, el lugar donde suele estar ese populorum distraído, ensimismado en su mundo de carencias y necesidades y ahora confundido entre la cruda realidad socioeconómica peruana y la no menos fea campaña electoral, que aparentemente lo único que está logrando es entregar al electorado más razones para eludir responsabilidades y culpas a la hora de elegir a su próximo mandatario.

Escribe: Lourdes Zanabria

Pasa que. después de todas las corroboraciones de la corrupción en el país, de todos los arrepentimientos y juramentos por no volver a permitirla, la clase política le está dando una vez más la espalda a ese electorado que en un gesto previsor ya no está dispuesto a “jugárselas” por nadie, menos en estas circunstancias de zozobra para las elecciones del 2001.

La calle, como fiel reflejo de nuestra sociedad diversa, siempre es el mejor intento para descubrirnos y comprendernos en nuestra dimensión estructural. En ese intento, nos propusimos apostarnos en las esquinas de nuestro centro histórico de Arequipa, la Plaza de Armas. Con la única y titánica necesidad de recoger lo que el insignificante Juan Pérez piensa a casi 14 días de un proceso electoral trascendental en nuestra historia, pues debiera ser el inicio del desprendimiento total de taras que el Perú arrastra desde hace varias décadas.

La inevitable pregunta se hizo muy a pesar del gesto incómodo de Juan Pérez de 25 años, que se vio emplazado a responder algo que por sus posturas a priori no le agradó recordar, sin embargo luego de reponerse soltó un rotundo “por nadie, ¿acaso algo va a cambiar? Igual estoy sin trabajo”. Entonces, en medio de su desazón, alguien se acercó a entregarnos un par de almanaques muy poco artísticos con la foto de un candidato al Congreso, lo que provocó otra respuesta más radical todavía “ve, que le digo, todos son iguales”, opina sobre candidatos en elecciones.

Unos metros más adelante nos topamos con otro elector que le doblaba la edad a nuestro anterior interlocutor, quien se mostró más osado reclamando respecto a la ciudadanía, “no es justo que tengamos que elegir al presidente de ese hermoso ramillete”, “que nos queda, nada, es el colmo”, y se marchó sin ton ni son.

Van dos y nada, fuimos en busca de la tercera y justo era que fuese una mujer, el siempre abnegado pilar y sostén de la sociedad empobrecida en comedores. Su nombre, a diferencia de los otros, no le importó decirlo: María Gutiérrez de 40 años, quien tímida y avergonzada se decidió por recordamos con un desgano total la desventura de los gobiernos anteriores, con respecto al empleo “No hay trabajo, los jóvenes están saliendo a las calles, por nada, terminan sus estudios para nada, y dígame a quién le importa”, nos cuestionó, y francamente no teníamos nada que decir.

Más al centro, como para confundirnos en la filosofía popular, nos topamos con la realidad cruda del lúcido populorum: el desempleado que se acomoda desde tempranas horas en las bancas de la plaza en busca de una oportunidad de trabajo. Para este ciudadano marginado y menospreciado por ingas y mandingas, nada importa excepto su hambre, “que me van a dar, acaso mi voto importa, no importa, lo que importa es lo que hago con mis propias manos, con esa gente no tengo nada que ver” sentenció.

En el otro extremo, entretenidos, encontramos a un par de adultos discutiendo las propuestas de los candidatos favoritos, reunión a la que (por supuesto previo permiso) nos incorporamos, y en la que otra vez se hizo presente la indiferencia que se traduce en desechar cualquier elección, incluso la congresal.

Aquí también nos topamos con los que ya habían decidido su voto. Amparados en sus argumentos trataban de convencer a los pocos escuchas que se juntaron en la coloquial plática, para ellos “el auténtico cholo tiene que ser presidente, es el único que va a defender la democracia”; frases que provocaron un pequeño debate con una réplica que prácticamente enmudeció a todos, (incluyéndonos), “democracia, ya tenemos democracia y ¿acaso tenemos trabajo?, que regrese el chino, o que entre Boloña, por lo menos se ocupa de nosotros’

Las respuestas obviamente no se dejaron esperar, lo que había sido coloquial se convirtió en un debate algo violento, donde cada uno pugnaba hacer prevalecer su verdad, a gritos, con ofensas, y último con el rechazo y separación total del grupo al opositor.

Este, aunque penoso es el ejemplo del ejercicio ciudadano político que de algún manera, refleja la caja de pandora que representa este muy cercano proceso electoral

Margaritas electorales (elecciones 2001)

Cual hojas de margarita, los nombres de los tres más voceados candidatos a la presidencia de la República resuenan en la cabeza de los electores. Mientras algunos tienen decidida su preferencia, otros muchos, un considerable y significativo porcentaje según las encuestas, se encuentra en una verdadera disyuntiva, lamentan que no haya otras opciones y se sienten obligados a tomar una decisión en las próximas horas e incluso en el momento mismo de la votación.

Después de escuchar, ver y leer las últimas noticias, las acusaciones de uno y otro lado, las dudas aumentan en el común de los ciudadanos. Y como lo han advertido las empresas dedicadas a medir la opinión pública en elecciones; son precisamente los indecisos quienes podrían cambiar todo lo matemáticamente esperado.

“¿Por quién voto? no sé, juro que no sé”, responde César Obando, uno de los miles de taxistas que existen en la ciudad. Ellos, privilegiados de alguna manera por tener la opción de compartir pareceres con electores de todos los niveles, se convierten en una fuente relativamente confiable.

“Nadie sabe por quien votar, -repite entre sonrisas-, dígame usted por quién voto, yo no sé. Toledo es indeciso, no tiene personalidad -hace una pausa-. Confieso que mientras Fujimori estaba en el poder, Toledo me simpatizaba, pero luego vino la cadena de imprecisiones, decires y negaciones. Soy sincero cuando digo que las últimas acusaciones no han variado mucho mi opinión sobre él, Toledo se me había caído mucho antes”

El Búho: Y que hay de Lourdes Flores

“Lourdes no es confiable, en su lista hay de todo, fujimontesinistas, comunistas y sobre todo derechistas. Según veo, ella va a gobernar para los que tienen plata. Qué se puede esperar de Rafael Rey, por ejemplo, esos son conservadores, no les interesa lo que pase al ciudadano común y corriente, ellos siempre van a tirar para su lado y para su gente, en elecciones”

E.B. Según las encuestas le quedan Alan García como segunda o tercera opción

“García es un desastre, ahora puede decir que se equivocó, que está arrepentido, pero ¿Quién le cree?, sigue tan altanero y prepotente como siempre, qué va a pasar si llega al poder, todos los apristas se van a aprovechar como hicieron. Habrá que sacar el carnet de aprista para tener un trabajo, esos son así“, dice este hombre que tiene como fuente de ingreso el taxi. La situación empeora y cuando no está en el carro debe ingeniárselas para hacer cualquier otra cosa que le reporte un ingreso para su familia; tiene hijos en el colegio y abril, como todos saben, es un mes crítico.

Pero en medio de tanta borrasca. este hombre no pierde el buen humor y entre sus criticas y reproches surgen las risas.

“Sube un cliente y me pregunta por quién voy a votar; le respondo que por García y se me quiere venir encima, ¿Cómo va a votar por él?, ¿está loco?, me dicen. Sube otro, le digo que por Toledo, igual se enoja, por Lourdes otra cosa similar o peor, no se puede complacer a nadie”, dice divertido.

E.B. Pero al final, ¿por quién va a votar?

“No sé, tendré que comentarlo con los amigos, yo sinceramente no sé”

E. B. ¿Y no ha pensado en el voto en blanco?

“No. Pienso que hay que ser responsable y votar por alguien, no podemos desperdiciar el voto, habrá alguno en estas elecciones, aunque al final no nos guste

E.B. Pero igual uno puede ser responsable rechazando a todos los candidatos. Ninguno me convence, no estoy obligada a elegir a alguien.

“Si, pero no parece. esos votos en blanco o viciados favorecen a quien va ganando”

E.B. ¿Y que hay de los candidatos al Congreso?

“Bueno ahí todavía hay de donde escoger, pero no faltan las contradicciones y los malos ejemplos, las encuestas dicen. por ejemplo, que Taco Tamo ganaría una curul; pero todos sabemos que ese señor es un explotador, dicen que es dueño de todas las services en Arequipa. ¿Dónde quedan entonces las promesas de Toledo de desaparecer las services? Hay otros ejemplos, de la noche a la mañana aparecen salvadoras de las mujeres, los pobres y los empresarios; cuando en su vida les ha interesado siquiera el bienestar de sus empleados”

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