En Cusco, la alegoría de “la Descarada”, en alusión a Dina Boluarte, se convirtió en el centro de atención durante el desfile de esculturas organizado por la Universidad de Bellas Artes Diego Quispe Tito, en conmemoración del aniversario de la ciudad.
Una figura femenina, ataviada con pantalón militar y la insignia presidencial, llamó la atención de todos. Su rostro, oculto tras una máscara de china saqra, una danza típica cusqueña, simbolizaba las trágicas consecuencias durante la represión policial en las protestas contra la presidenta Dina Boluarte.
Sin embargo, así como su presentación hizo noticia, su repentina desaparición también. César Aguilar (Chillico), reconocido artista cusqueño, docente de la universidad y autor del proyecto, denunció que el trabajo de él y más de 20 alumnos de primer año, fue desaparecida y destruida.
–¿Por qué desaparece la alegoría?
Según Chillico, la presidencia de la universidad le habia solicitado que firme una carta de disculpas al gobierno. Acto que rechazó inmediatamente, proponiendo más bien entregar otro documento defendiendo la libertad de expresión artística. Sin embargo, no fue escuchado e intentaron persuadirlo, bajo el riesgo de perder el proceso de licenciamiento de la universidad.
No contento con desaparecer el trabajo de más de 8 horas diarias durante 2 semanas, a los alumnos se les quiso obligar a firmar el documento pidiendo disculpas. Caso contrario tendrían graves consecuencias en su nota, les dijeron. Afortunadamente, dice Chillico, los alumnos se negaron a firmar. Por estas razones, la denuncia se hizo pública obteniendo gran apoyo por parte de organizaciones sociales, artistas, intelectuales. Al respaldo se sumaron algunos congresistas como Ruth Luque.
Oficio-N1038-2022-2023_MINCUL_alegoriaTodo acto contra el gobierno de Dina Boluarte comienza a ser censurado
Otro detalle que llama la atención es el actuar del presidente de la comisión organizadora, José Luis Fernández. Él le habría garantizado a la ministra de Cultura que podía visitar Cusco para asistir al Inti Raymi, ya que se habían deshecho de la molesta alegoría.
Para César, estos intentos de censura por parte del gobierno de Dina Boluarte son muy peligrosos para la sociedad peruana. “Si dejamos pasar esto, mañana le puede suceder a otro artista, a otro periodista, o puede desaparecer un alumno, no hay que permitir esto”.
Precisamente, días después, la policía censuró el muro de la vergüenza en Cusco, cuando presentaba una muestra del reciente informe de la CIDH y retratos de los desaparecidos. En Abancay, la Casa de la Cultura retiró la muestra ’60 Disparos’, sin ninguna autorización. Esta era una exposición fotográfica sobre las muertes en las protestas. En Puno, los docentes que permitieron que se toque la canción “esta democracia, ya no es democracia”, en desfiles escolares, ahora enfrentan denuncias administrativas.
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